Darren Wharton: el único teclista en Thin Lizzy

Ok, vale, de acuerdo. Algún adelantado en clase me dirá que no fue el primero, pues durante los meses previos a la llegada de Darren Wharton, Midge Ure fue teclista de la banda, quien a su vez había sustituido a Gary Moore a la guitarra cuando éste decidió abandonar Lizzy en medio de una gira norteamericana por estadios (abrían para Journey). En cualquier caso, Darren fue el único teclista oficial en la banda, pues Midge siempre fue un miembro temporal que de hecho no dudó en aceptar el puesto en Ultravox una vez ayudó a «salvar» el espacio temporal que dejó Moore.

Si la banda necesitaba de un teclista o no para su sonido es algo que tampoco ahora viene a cuento. Me parece mucho más divertida la forma en que Darren entró a formar parte de la banda que la necesidad en sí de tener un debate sobre la aportación del instrumento a Thin Lizzy. «Yo tenía tan solo diecisiete años y tocaba en un club cercano al hotel que la madre de Phil Lynott (Philomena) regentaba en Manchester», recuerda Darren.

«Un amigo común me presentó a Phil, quien sopesaba introducir un teclista en la banda. Y así fue cómo logré entrar en la banda. Lo siguiente que recuerdo es estar en el estudio cuando la banda estaba grabando Chinatown. Fue un día muy significativo porque Scott Gorham acababa de cortarse el pelo y todos se quedaron muy sorprendidos cuando entró al estudio». Sorprendidos debieron quedarse también con la forma en que Darren entró a formar parte de la banda. Phil le contrató sin más. Sin consultar a nadie, sin hacer audiciones. Así, por las buenas. Lo que se dice un tipo con las ideas claras. Un tipo cool que le dio una oportunidad alucinante a un chico de diecisiete años sin experiencia profesional en el mundillo de la música. «Es lo que hacía a Phil alguien tan único. Sé que a Chris (Morrison, manager) no le parecía buena idea. A Scott (Gorham) tampoco. Pero nunca se lo tuve en cuenta, porque puedo entender su postura. Pero Phil fue mi mentor y por ello siempre le estaré agradecido».

Quizás por la era, principios de los ochenta, quizás por el acercamiento de Phil a sonidos más duros, pero la transacción de Lizzy a quinteto no supone un gran qué entre sus fans. «Nadie dijo nada entonces», rememora Darren. «Los fans parecieron entenderlo». Tampoco es que la entrada supusiera un gran cambio en el sonido del grupo. En Chinatown es testimonial y cuando entra a formar parte de las giras, su posición es muy discreta. «Mi primera gira fue en Escandinavia, y luego en Japón. La gente parecía aceptarlo». No contento con ser menor de edad y estar en frente de miles de personas, Wharton viajará con la banda a la que será la última gira de Thin Lizzy en USA. En la tradición de la banda, la gira no estará exenta de gafe y mala pata (nunca mejor dicho), que ve como Scott Gorham tiene que actuar sentado en una butaca por problemas de rodilla durante la mitad de las fechas. «Mucha gente cree que Thin Lizzy nunca acabó de funcionar bien en USA. Y te puedo decir que los locales a los que fuimos estaban llenos y había muchos fans. De acuerdo, no había miles y miles de personas, pero las suficientes para que hubiese un interés».

Ummm… No sé muy bien como rebatirle esto a Darren, pues mientras hacemos la entrevista va mascando pollo y no quiero entrar en profundidad en ese tema. Solo recordaré una frase que me dijo Scott Gorham cuando le pregunté por la mala suerte que arrastraba la banda cada vez que cruzaba el charco y se suponía preparada para asaltar el mercado americano: «No era cuestión de mala suerte. Era PUTA mala suerte». La lesión de rodilla del guitarrista se suma a la espantada de Moore en medio de la gira anterior (la de Black Rose), quien por cierto tuvo que reemplazar a Brian Robertson (gira de Johnny The Fox) la noche antes de que Lizzy partiese hacia USA porque el guitarrista escocés se había jodido los tendones de una mano al intentar defender a Frankie Miller en una pelea.

Como sea, en Renegade (81) sí se aprecia el trabajo de Darren. No solo en los colchones que aporta a «It’s Getting Dangerous» o «Fats», si no en el tema inicial, el apocalíptico «Angel Of Death», para el que aporta una amalgama de sonidos brillantes y barrocos tanto en la introducción como en la parte central. Es también su primer crédito como compositor. «Mucha gente piensa que es un tema de heavy metal, pero no creo que sea así. La letra es oscura y la interpretación de Phil, pero el tema es puro Lizzy». Renegade será el disco que vea marchar a Snowy White, uno de los tantos guitarristas que pasó por la banda. «Creo que Snowy nunca encajó en el tipo de banda que era Lizzy. Quiero decir, era brillante, pero nunca se le vio involucrado porque el sonido no era lo que él buscaba para sí mismo». John Sykes entró en su lugar y todos a una grabaron Thunder & Lightning, el disco que supuso la despedida de Thin Lizzy. Entre medias, Wharton, que vivió con Phil en la casa que éste tenía en Londres en el 184 de Kew Road, giró con Lynott en el solo tour del 82 (la gira más decadente de cuantas realizase el mulato) y vio como el tipo que había sido su mentor y casi protector, empezó a verse envuelto en una espiral de vicio y mala vida que no tendría marcha atrás. «Nunca quise involucrarme en el tema de las drogas porque era algo que ya estaba allí cuando llegué a la banda. Pero sí, era triste ver como Phil se

estaba desmoronando por culpa de ello. Siempre tuve la sensación de que no quería ayuda y por mucho que hablase con él, yo era un chico a sus ojos».

Anoche (para cuando lo leas, querido lector, 12 de enero de 2017), Darren actuó de nuevo en Barcelona al frente de su banda, Dare. Es la banda con la que dio continuación a su actividad musical después de Thin Lizzy. No practican Dare el tipo de música que a mi llega a cautivarme. Es un AOR demasiado europeo y serio. Todo está demasiado bien puesto en su sitio. Pero el show fue excelente y Darren sabe como capitanear una banda de tipos que no se están haciendo ricos precisamente con esta música. Todos sonreían y disfrutaban de su oficio, lo cual da un plus al público. Ya saben, la audiencia es un reflejo, que diría Alice Cooper.

Para mi sorpresa, el músico ejerció de frontman, sin acercarse al teclado más que para sonreír a quien estaba tras él. Congratula ver que el chico al que Lynott dio su oportunidad con tan solo diecisiete años, haya hecho de la música una carrera. Wharton además, compagina Dare con los shows aislados que todavía ofrecen Thin Lizzy. «Algunos dirán que lo hacemos solo por dinero, pero para mí es maravilloso ver a toda esa gente coreando esas canciones que Phil regaló al mundo. Disfruto mucho con ello y créeme, si no lo hiciese no estaría en la banda». Darren, que bautizó a su hijo con el nombre de Paris en honor a Phil, pues Parris (con dos erres) era su segundo nombre, no tiene que justificarse. Abandonó lo que luego fue Black Star Riders porque en principio, el primer disco de la banda iba a ser un nuevo disco de Thin Lizzy. Marchó él y luego Brian Downey. Sensatos ambos.

Anoche Dare tocaron su propia versión de «Emerald» y Darren me hizo un guiño mientras señalaba el pulgar hacia arriba. Un par de horas antes, al despedirnos en la entrevista le dije «siempre seremos renegados». «No nos queda otra, es lo que nos une», contestó mientras sonreía.

Texto y foto directo: Sergio Martos