Preámbulo

El pasado 25 de mayo nos hacíamos eco de una de las noticias más esperadas por parte de los amantes del progresivo en España. King Crimson había decidido incluir, dentro de su gira por Europa, cuatro fechas en nuestro país. El Rey Carmesí nos visita después de dieciséis largos años. Como saben; los constantes cambios en la formación, con Robert Fripp como único nexo común, se han venido produciendo desde los albores de la formación. Aunque él mismo afirma lo siguiente; “soy el mínimo común denominador en la banda y podría definirme con exactitud como una especie de pegamento”. A lo que añade; “King Crimson no es la banda de Bob Fripp… Cualquier grupo de excelentes músicos reunidos por mí no es King Crimson… Ya que King Crimson tiene vida propia, a pesar de lo que sus miembros digan o hagan… King Crimson es una manera de hacer las cosas”.

 

Actualmente, la corte está formada por los siguientes miembros: Gavin Harrison (batería), Jeremy Stacey (batería), Pat Mastelotto (batería), Tony Levin (bajo y stick), Mel Collins (saxo y flauta), Jakko Jakszyk (guitarra y voz) y Robert Fripp (guitarra).

Como decíamos, los constantes cambios de personal son la característica más notoria del grupo, y además; se ajustan bastante bien al espíritu que comentábamos más arriba. Motivo por el cual su sonido ha ido mutando y evolucionando a lo largo de estos 47 años. Pese a ello, debemos apuntar un detalle. Dentro de lo variada y diferente que pueda resultar su discografía, podemos apreciar claros signos distintivos que se han mantenido invariables. O, directamente, retroalimentaciones redundantes insertas dentro de una dialéctica constante de permanencia y cambio. Hablaremos de todo ello a lo largo de esta serie de entregas. Pero antes, quisiera referenciar otras declaraciones que nos hablan sobre el objetivo/motivación del grupo;

“el propósito fundamental de King Crimson es el de organizar la anarquía, utilizar el poder latente del caos y permitir que las influencias variables interrelacionen y encuentren su propio equilibrio”.

 

Capítulo I: 1969- 1971

Angustia, desesperación, frustración, inestabilidad. Sentimientos que seguro debieron pasar por la mene de Fripp los años previos al advenimiento de King Crimson. Tras intentarlo en otras agrupaciones, su esfuerzo obstinado vio sus primeros frutos junto a los hermanos Michael y Peter Giles. El trío publicaría en septiembre de 1968 un elepé titulado The Cheerful Insanity of Giles, Giles and Fripp. Con éste trabajo sólo consiguieron vender seiscientas copias, además fue ignorado por la prensa. Pese al poco éxito debemos mencionarlo, ya que sería el embrión de todo lo que vendría después. En palabras de Carlos Romeo, “este disco contiene unas composiciones que, en algunas ocasiones, no hacen justicia a la calidad de sus intérpretes. Por su parte, Fripp no había madurado aún su estilo interpretativo, pero su talento como compositor suplía su relativa madurez”. El 7 de junio de ése mismo año se unieron al trío Ian McDonald y su novia Judy Dyble. Judy no duraría mucho, abandonó un mes después a consecuencia de su ruptura con McDonald, a lo que debemos sumar las desavenencias con Fripp.

Sin embargo, quedaron grabadas las maquetas con los temas I Talk to the Wind, Under the Sky, entre otras. Tras registrar una actuación para el programa de televisión Colour Me Pop (BBC), John Gaydon y David Enthoven se pusieron en contacto con el grupo para ser sus representantes. Fue entonces cuando Fripp, a expensas de la opinión de Michael Giles e Ian McDonald, decide comunicarle a Peter Giles que podría ser sustituido por Greg Lake. Éste había abandonado la escuela a una temprana edad para dedicarse al dibujo, dos años más tarde decidiría entregarse por completo a la música. En ese tiempo formó parte de grupos como The Shame, The Shylimbs (donde coincidió con Andy McCulloch, futuro batería de King Crimson) o The Gods (germen de los futuros Uriah Heep, donde empezó a tocar el bajo). Por último llegó Peter Sinfield, que haría las veces de letrista y técnico de iluminación. El 13 de enero de 1969 se iniciaron los ensayos en el sótano del café Fulham Palace de Londres, local que mantendrían durante dos años y medio. La primera referencia que tenemos de ellos como King Crimson⁽¹⁾ es una sesión para la BBC ⁽²⁾ datada el seis de mayo. Como hecho singular de esta etapa cabe señalar la primera actuación oficial que tuvo lugar en el Speakeasy Club el 9 de abril. Peter Banks, guitarrita de Yes, se encontraba esa noche en el local. Aquella aparición debió de ser impactante puesto que el mismo Peter comenta que no pudo dejar de hablar de ella durante unos días.

• El nombre King Crimson es un sinónimo de Beelzebub, que proviene del árabe B´ il Sabab, que quiere decir “el hombre con un propósito”.
• Los temas grabados para esta sesión se pueden escuchar en el recopilatorio Epitaph publicado en 1997.

 

 

In the Court of the Crimson King, and observation by King Crimson (1969)

Tras aquella primera aparición en el Speakeasy se produjeron, un mes después, los primeros intentos de grabación de todo el material propio. Dichas sesiones tuvieron que ser paralizadas el día 18 de junio. 1969 también es el año de Let It Bleed, que vería la luz en diciembre. Pero antes, sus Satánicas Majestades, tuvieron que hacer frente a la fatídica muerte de Brian Jones, ocurrida el 3 de julio. A los dos días tuvo lugar el concierto gratuito en Hyde Park, que por razones obvias acabó convirtiéndose en un homenaje. Sin duda, éste no fue un buen concierto para los Stones, que atravesaban un momento difícil y, además, llevaban casi dos años sin tocar en directo. Los que si brillaron fueron nuestros protagonistas, que se encontraban en un momento de una intensidad inédita para todos sus miembros. El grupo se veía inmerso en un ritmo frenético, a la grabación del elepé debemos sumar las actuaciones en el Festival de Plumpton y en el Marquee Club, el 9 y 10 de agosto respectivamente. El día 20 tenía lugar la última sesión de grabación. Temas como In the Court of the Crimson King estaban siendo ensayados desde marzo. Cuentan sus protagonistas que el proceso creativo se desarrolló con una extraña fluidez. Como si una fuerza etérea se impusiera haciendo de ellos meros transmisores de un dictado celestial. Comprendiendo éstas sensaciones entendemos mejor por qué Fripp no dejaría morir el proyecto una vez desintegrada la primera formación. Nos encontramos ante una obra capital no sólo para el progresivo, sino para la historia de la música en general. La enigmática portada, obra de Barry Godber, es sencillamente perfecta. Nos transmite con gran acierto el torbellino de arrasadora desesperación que impregna casi la totalidad del disco. Y digo casi porque el álbum está estructurado de forma soberbia. Intercalando composiciones demoledoras como la presentación del personaje esquizoide del siglo XXI al inicio, la majestuosa Epitaph o The Court of the Crimson King, que pone el broche de oro; con otras que nos ofrecen unos pasajes de una dulzura deliciosa. Temas como I Talk to the Wind o Moonchild no desmerecen para nada el disco, ni tampoco son transiciones; poseen entidad propia. Esta alternancia constituye una de las obsesiones musicales de Fripp. El uso de las proporciones es más que patente. Las versiones del álbum son más largas que en directo por el uso de entradillas y codas como la de In the Court of the Crimson King. Una auténtica joya cuidada al milímetro que rompió esquemas, desde entonces es el punto de referencia y modelo de multitud de grupos que perpetúan y engrandecen la estela de este coloso.

 

 

In the Wake of Poseidon (1970)

Pocos días después de la publicación de In the Court of the Crimson King se embarcaron en una gira por Estados Unidos. La primera actuación allí tuvo lugar el 29 de octubre, en el Goddard College de Vermont. Dicha gira terminaría en diciembre. Las actuaciones correspondientes a los días 14 y 16 de diciembre en San Francisco también pueden escucharse en la caja que mencionamos anteriormente, Epitaph.

Fue en esta serie de recitales cuando Greg Lake conoció a Keith Emerson, que por entonces tocaba con The Nice, proponiéndole éste unirse a los futuros Emerson, Lake and Palmer. Justo un año después del comienzo de los ensayos del grupo, el 3 de enero de 1970, se hace pública la salida de Ian McDonald y Mike Giles. McDonald ya había declarado en una entrevista su voluntad de empezar a tocar música más cercana a él, menos agresiva o paranoica. Greg Lake acabaría aceptado la proposición de Keith Emerson. Consideraba que Fripp imponía una autoridad que no se correspondía del todo con su significancia para el desarrollo del grupo. Hay parte de verdad en esto, ya que la labor compositiva estuvo muy repartida en el primer álbum, impidiendo que podamos hablar de Fripp como pieza clave.

Sin embargo, los tres ex miembros aceptaron colaborar en el nuevo álbum. De ese modo, Greg Lake pone voz a todos los temas menos Cadence and Cascade, interpretada por Gordon Haskell. Keith Tippett, viejo conocido de Robert Fripp, estuvo al frente del piano. Mel Collins se encargó del saxofón y flauta. Este álbum vería la luz en mayo de 1970, llegando al número cuatro de las listas de éxitos en Reino Unido. Exteriormente no causa el mismo impacto que el artwork del primer álbum. Esta entrega se nos presenta con una obra del artista Tammo de Jongh titulada 12 Arquetipos, más onírica y fantástica. Algunos de los temas toman como base composiciones que el grupo ya había interpretado en directo. Es el caso de Pictures of a City, que proviene de A Man, a City. The Devil´s Triangle parte de la estructura de Mars, aunque muy modificada. En general, presenta el mismo esquema que el primer elepé. Aunque ésto solo ocurre en la primera cara, en la que se suceden temas más agresivos con otros más relajados y solemnes. La cara b contiene piezas tan emblemáticas como Cat Food o la citada The Devil´s Triangle, con gran protagonismo del mellotrón. En su momento fue muy criticado, pero es innegable que las composiciones son de gran calidad. A todas luces, Fripp demuestra aquí que había logrado suplir con sobrada solvencia la falta de McDonald.

Texto: Tatiana Ramone