A los que vengan siguiendo al trío de Iowa desde sus comienzos, no les sorprenderá en absoluto la potencia y la entrega recogidas aquí. Mucho menos aún lo hará a quienes hayan gozado de sus impactantes directos. Su blues-rock psicodélico bebe del que hicieron en los 60 y primeros 70 bandas como The Jimi Hendrix Experience, Cream, Pentagram o Blue Cheer. Con un sonido así sólo podían estar en el magnífico sello que Alive Natural Sound Records y conociéndolos en su hogar como los conocen, era lógico que les pidieran facturar ya un artilugio en flamígero directo. Son 75 minutos repletos de intensidad con la guitarra de Parker Griggs brillando por encima de todo. Portada y libreto están llenas de colorido psicodélico con esas características luces estroboscópicas. En él nos aclaran que no necesitan ningún overdub como en los viejos tiempos y hacen doble la recomendación de subir el volumen hasta el 11 y más allá. “Play this album as loud as possible and as high as impossible”. Así empiezan rabiosos con algún aroma stoner y muchos más a Hendrix en “I Just Don’t Know” y “Death Of A Queen”. Declaración de principios y punteos al máximo en “I Don’t Need Nobody” y gran fusión entre el lento blues “250 Miles” y las rugientes guitarras a lo “Foxy Lady” de su éxito “Brain Cycles”. Así, sin bajar el volumen, la pasión y la entrega hasta un gran final. ¡Ahora que nos lo paseen por aquí!
Texto: Txema Mañeru
