Guillermo Ayora se sirve de su apellido para definir un proyecto de banda, su banda. Autor de canciones con sentido, sin adornar ni sobrecargar la letra, su mensaje alberga motivaciones que van desde lo personal hasta el simple juego. Porque pese a encontrar muchos rasgos instrospectivos en los diez temas que conforman este trabajo, es evidente que Guillermo se apoya mucho en su entorno, en sus compañeros de viaje que inspiran estas canciones y en los músicos que han participado en la grabación. Ahí tenemos a Miguel Sospedra (bajo), Pep Mula (batería) y Xarim Aresté (guitarra). Una combinación de primeras espadas del rock en Cataluña que funcionan mejor desde el segundo plano.
La desenvoltura del autor se descubre en letras inequívocas de como descubrirse al mundo en «Manhattan»; las relaciones en «La Caverna» ; los miedos en «Los Colores»; , la verdad (o las medias verdades) en «Palabras de Sabio»; la debilidad en «Mi Fin». Todo parece tener un sentido final, una especie de cordón que da forma a un todo, como si de un disco conceptual se tratara.
Grabado en los estudios de Josep Vilagut, «La Masía Music Lab, no podemos decir que estamos ante el prototipo de disco de cantautor al uso. Hay mucho de rock en «Hay Más Luz». Ese rock sin estridencias, que juega con la pureza del sonido de la guitarra para crear sonoridades envolventes y pasajes como en el caso de «Debo LLamarte o No» donde Xarim nos traslada a paisajes de la más pura tradición americana y hasta se atreve con el banjo. La voz de Guillermo se adapta de lujo en todo tipo de melodías, mostrando una vena pop que combina a la perfección con la simplicidad de un trabajo que no suena para nada a capricho.
Texto: Daniel Miralles
