Encuentros

Nikki Lane: hasta que el cuerpo aguante o la rueda deje de girar

 

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Nikki Lane responde al teléfono desde algún punto en las inmediaciones de Hamburgo, dos días después de tocar en Bruselas, tras una noche de viaje y recuperándose del cansancio y de un resfriado. Todo en uno. Aún se le escapa la tos al final de alguna respuesta larga. “Se me pasará pronto, trasnochar me sienta bien”, replica satisfecha cuando se le pregunta si llegará de una pieza a las citas españolas de su tour europeo; Valencia, Madrid (donde ha hecho sold out y repite) y Santander son las ciudades que acogerán a la norteamericana el 19, 20 y 22, y 21 de mayo, respectivamente. Lane cumple ya dos años enteros de carretera, sin pasar a penas por su casa en Nashville; los mismos que se cumplen de la salida de su segundo disco, All Or Nothin’, grabado junto a Dan Auerbach (The Black Keys). La cantante, un despilfarro de naturalidad y honestidad, lo acepta todo con los pies en el suelo y cierto hedonismo vital; lo que ha aparecido de la nada -“caí del cielo”, dice entre risas- puede fácilmente serle arrebatado en cualquier momento. “Simplemente aceptas que la rueda no va dejar de girar”, concluye.

 

¿Cómo está yendo la gira por Europa? Es tu primera vez, ¿no?

Así es. Estuve antes en España, y pasé dos días en Madrid con un amigo. Me la estoy tomando como algo gracias a lo que consigo hacer algo nuevo cada día: conducir por la izquierda, por ejemplo. O cómo interpretar lo de los kilómetros. Cada país tiene reglas diferentes,y en la mayoría de lugares hablan inglés, pero hoy intentamos pedir algo de comida en una tienda alemana y nadie lo hablaba… Así que es una experiencia de la que aprender. Y es muy divertido poder ver tantas cosas y aprender tanto de otros países de forma tan rápida. Fast-track.

¿Encuentras alguna diferencia entre el público norteamericano y el europeo?

Creo que hay pequeñas diferencias. Creo que el público europeo es más curioso, pero también hay otras variables como que en Estados Unidos casi siempre estoy tocando con banda al completo y aquí estamos tocando solo, así que naturalmente la gente suele estar sentada y muchísimo más tranquila de lo que lo estaría si tocáramos en un bar o en un honky-tonk. Pero bueno, la gente es muy curiosa, y a mí me gusta hacer bromas cuando estoy en el escenario; aunque creo que aquí no soy tan graciosa porque algunos no hablan inglés y no entienden lo que estoy diciendo (risas). Tengo que aprender a adaptarme. Creo que lo más sorprendente de todo es que está viniendo mucha gente; es decir, no estamos tocando en locales muy grandes, pero cada día es una sorpresa comprobar que las salas donde tocamos se llenan, y que la gente llega con los discos porque llevan tiempo escuchándonos. Es una sensación bonita la de viajar y comprobar que la gente tiene ganas de verte.

¿Podías imaginar hace dos años precisamente esto, que estarías de gira por Europa?

Bueno, realmente la forma en que se produjo todo alrededor de mi segundo no me dejó demasiado tiempo para pensarlo. Pero bueno, ya sabes, hace 5 o 6, cuando aún ni siquiera hacía música, si me hubieran dicho que vendría a Europa hubiera pensado que se referían a vacaciones y un solo país, no tantos y conociendo a tanta gente.

Tengo la sensación de que todo está yendo muy rápido alrededor de Nikki Lane, cuando hace apenas 3 o 4 años ni siquiera habías publicado un solo disco.

Sí, caí del cielo (risas).

¿Cómo lo sientes tú?

Sí, creo que siempre lo puedes mirar desde los dos lados. Comparado con otros amigos que se han convertido en millonarios de la noche al día, voy muy despacio; comparado con muchos otros amigos de Nashville que llevan haciendo esto durante 10 o 15 años, puedo ver la gran oportunidad que estoy teniendo y lo rápido que está yendo todo. Creo que los fans son parte de eso, igual que trabajar con compositores y hablar con la gente; que todo eso vaya bien a la vez es difícil que pase. Tengo mucha suerte de que las dos partes funcionen, ya sabes, la crítica está hablando muy bien y lo de la gente es muy emocionante.

En ese sentido, ¿inviertes tiempo en pensar en que, igual que llegó tan rápido, se puede ir de la misma forma?

De hecho, estaba pensando en eso mismo anoche. Estaba muy cansada y enferma, además, y me llegó ese momento en mitad del viaje porque, en realidad, siempre me he sentido así. En este trabajo, cualquiera puede decidir en determinado momento si sigo o no. Trabajo muy, muy duro; mis amigos dicen que soy una adicta al trabajo. En muchos trabajos, cuanto mejor lo haces, mejor te va, pero no es el caso de este, hay muchas otras variables aquí. Así que sí, lo pienso, y siempre estoy nerviosa porque me lo vayan a quitar en algún momento y me haga daño, pero tienes que llegar a un acuerdo contigo mismo y disfrutar el momento mientras lo tienes. He estado intentando encontrar el equilibrio entre el miedo de que no dure para siempre y disfrutarlo. A pesar de que está yendo todo muy rápido, sí creo que estamos teniendo un enfoque muy orgánico: estamos girando mucho, conociendo a mucha gente, a muchos fans, dando muchas manos… Y eso creo que ayuda a crear unos cimientos que quizá haga que todo dure más.

Se cumplen dos años de tu segundo disco, el que ha provocado que ahora mismo estés viajando por Europa. ¿Cómo recuerdas el impacto de la salida del disco?

Al principio pensaba que sólo saldríamos a tocar el disco un par de meses, pero las cosas empezaron a pasar muy deprisa. De repente acababa de pasar por el programa de Conan O’Brien, estaba en Rolling Stone,… Y lo siguiente de lo que me di cuenta es de que llevaba ya un año entero en la carretera, y ahora ya llevamos dos. Simplemente aceptas que la rueda no va dejar de girar; al principio es todo bastante irreal, no te lo puedes creer del todo, y estás tan cansada que llegas a pensar que ojalá no hubiera ido tan bien, pero bueno, ahora creo que hemos encontrado ese equilibrio.

¿Cómo recuerdas el proceso de grabación con Dan Auerbach?

Para mí fue una de las sesiones de grabación más emocionantes. Bueno, probablemente la más emocionante porque estábamos en Nashville, así que por fin tenía la oportunidad de estar cerca de mi casa mientras grabábamos y, además, los músicos que él eligió son como leyendas de Nashville, gente que normalmente es muy difícil que consigas que participe en tu disco. Fue muy emocionante que Dan grabara mi disco porque, bueno, lo conocía por su éxito con los Black Keys, pero en ese momento sólo era mi amigo; así que era bastante normal trabajar con él porque estaba trabajando con un colega. Al principio estaba muy nerviosa al respecto de qué iba a pasar con mi opinión sobre el disco, pero son gente muy positiva que siempre intenta sumar, también Dan. De hecho, al final de todo el proceso, y no es algo que todos los productores permitan, tuve la sensación de que se había tenido muy en cuenta mi opinión. Fue muy divertido.

En aquel momento se dispararon las comparaciones de Nikki Lane con Wanda Jackson. ¿Continúan? ¿Cómo las llevas?

Pues siguen saliendo, y creo que es un gran cumplido. Yo no escucho a demasiadas mujeres haciendo música, y Wanda Jackson, Loretta Lynn y algunas otras mujeres con las que he sido comparada son mis favoritas. De verdad. Representan un prototipo de mujer fuerte y comprometida. Creo que es un gran cumplido, pero también que a veces la gente no se fija tanto en las estructuras de las canciones o en el sonido como en los caracteres para hacer esas comparaciones. Lo valoro mucho. Hace no mucho Wanda tuvo que perderse un concierto en Nashville y me llamaron para ver si podía cantar una canción en su lugar, pero mi abuelo había fallecido y tenía que ir a su funeral, pero me sentí muy honrada por eso y por la comparación, algo que creo que no merezco.

¿Por qué crees que, si eres mujer y haces música, sólo puedes ser comparada con otra mujer que haga música? Como un género en sí, algo exótico…

Estoy de acuerdo en que lo hacemos, pero creo que la gente lo hace de forma inconsciente; no creo que quieran decir algo tan estereotipado como suena lo que dicen. Somos hombres y mujeres, y es música, pero creo que es algo natural. Una de las cosas que más me molestaban antes era Pandora -ya sabes, Pandora elige por ti qué es lo que sonará después basándose en similitudes-. Hace un par de años, cuando tú entrabas y me ponías, todo lo que sonaba después de mí eran siempre mujeres, y se me ocurre una lista de cantantes masculinos con los que me podrían comparar. Simplemente creo que es algo natural que la gente hace, además, de forma inconsciente: es más sencillo compararme con otra mujer que con Waylon Jennings; está claro que es algo que la gente no hace y yo creo que compartimos muchas cosas como la actitud o la presencia. Pero no me molesta porque creo que es natural.

Sí que hubo un problema una vez mientras tocábamos cuando un promotor hizo un comentario sobre el country pop y el country en general, algo así como que, en la industria, el hombre era como la ensalada, mientras que la mujer sólo era el tomate. Todas las mujeres en la sala se ofendieron, y yo bromeé diciendo que me veía más como el bacon en la ensalada. Creo que lo que yo hago es ubicarme en una categoría que me convierte en única y no me molesta la categorización porque creo que es algo que la gente hace de forma natural.

Ahora que lo mencionas… ¿Es difícil para una mujer hacer outlaw country?

Creo que no. Siempre me he sentido más fortalecida por ser una mujer porque, al final del día, si estás en una habitación llena de hombres con un vestido corto vas a tener toda la atención. Está claro que puedes considerarlo una desventaja porque hay fuertes estereotipos, pero te digo algo: como mujer, creo que te puedo pedir que hagas algo cuatro veces y no escucharás, pero entonces te pego un grito y entonces “oh, sí, sí, sí” y seguro que piensas “oh, qué cabrona” (risas). Creo que, en el mundo de los negocios, si una mujer se pone firme muchas veces se la considera una mala persona, y eso no pasa necesariamente con los hombres. Sin embargo, en muchos otros aspectos, creo que ser mujer me ha permitido, como he dicho antes, ser la persona a la que todo el mundo le presta atención porque soy lo diferente en la habitación.

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Volviendo a lo musical, creo que tus letras son una parte esencial en tu música. Y están todas enfocadas desde la vertiente más personal y autobiográfica. ¿Es algo terapéutico para ti?

Al principio me daba bastante miedo, pero luego muchos de mis amigos me hablaron sobre componer y sobre cuánto les costaba escribir una canción. Creo que hay diferentes formas de hacerlo, pero de lo que me he dado cuenta es de que la mayoría de la gente escribe una canción a la primera y luego se pasa el resto del tiempo intentando ser inteligente y esconder la verdad para que los demás no vean que habla de ellos. En mi caso, puedo escribir una canción rápidamente, pero tiene que ser muy honesta. A veces, hablando de canciones para el nuevo disco, sobre temáticas de gente que muere -lo cual no es sólo personal, también te hace vulnerable-, tengo la sensación de querer saltarme esas canciones porque son personales. Sin embargo, de lo que me he percatado con tantos conciertos y tanta carretera es de que hay mucha gente que ha venido después a mí, fans de verdad, que me han dicho que lo que he cantado les acompañará toda su vida; ellos también han tenido matrimonios complicados, o también han vivido con alguien adicto a algo,… Así que de lo que te das cuenta es de que todos somos humanos, todos pasamos más o menos por lo mismo, por las mismas emociones, y no sería justo intentar fingir que esas cosas no me pasan a mí. Mis compositores favoritos escriben a menudo sobre cosas tristes, y acudo a ellos cuando lo estoy: es lo que quiero ser para mis fans. Tienes que dejar a un lado tu miedo a ser vulnerable y ser real. Merece la pena.

¿Y te sientes cómoda rescatando en los conciertos canciones sobre sentimientos y estados en los que ya no estás?

Creo que te lo tienes que tomar con cierto sentido del humor. Me pasa con muchas de las canciones que hablan de mi exmarido, por ejemplo: es amigo mío ahora, no demasiado cercano, pero bueno, estuvimos casados y ya no lo estamos. El caso es que me lo paso bien con él, y echar la vista atrás sobre cosas que me hicieron mucho daño en su momento es como volver sobre la de cualquier otra persona del público; no me sienta mal revisitar esos sentimientos porque he pasado página, en parte gracias precisamente a escribir esas canciones. Ahora las canto para permitir que otras personas vivan ese momento y por lo que están pasando; no es tanto sobre mí como sobre mí y sobre el resto de personas que han tenido esas experiencias.

En este sentido, ¿crees que hay cierta falta de honestidad o sinceridad en la música actual?

No creo que siempre sea una cuestión de falta honestidad. Pienso que es más bien que a veces la gente no sabe cómo mostrarla. Creo que hay personas que miran más por otros aspectos de la música, como el sonido o la instrumentación; más de lo que lo hago yo. Sé que es una parte muy importante de mi música, pero también es cierto que muchas de mis canciones favoritas de rock no tienen nada de personales, a pesar de que si me generan en mí una reacción muy personal.

 

Texto: Jorge Salas

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