Podría parecer lógico -viniendo de parte de los autores de esa extensa suite del nuevo indie llamada ‘La Movida Cósmica de de Antonio Arias’- que el primer álbum de Delbosque se fuera casi a la hora larga de duración. No presagiaban eso sin embargo sus últimas composiciones, más apegadas a la sencilla estructura pop de ‘Ratas’. Mi teoría es que la duración y expansión del disco, ha sido propiciada por el propio trabajo de grabación. Asunto curioso ese de la mezcla, en unos tiempos donde parece que la cosa cruda va tomando ventaja, en cuanto a la predisposición de los intérpretes se refiere.
Arranca ‘Interferencias’ con la soberbia pegada rítmica de ‘El Fin del Mundo’ y ‘La Autopista Galáctica’. Incendiaria y sónica es ‘Manual Contra Incendios’, mientras que en ‘Protocolo de Emergencia’ o ‘Canción Para Odiarte’, la escuela granadina sale claramente a relucir. En general, creo que no engañan a nadie, y -sería absurdo esconderlo- son esas bandas nacionales que están en el imaginario colectivo rutero de las que han mamado.
Reduciendo mucho el discurso, digamos que se debaten entre el candor literario de los ‘grupos de aquí’, y el complejo desarrollo instrumental de los ‘grupos de fuera’. Larga vida a los de Huelva.
Texto: ENRIQUE MUÑOZ GARCÍA.
