Noche de jóvenes talentos: a modo de aperitivo, el alicantino Víctor Ramírez (RAMIREZ cuando se acompaña de banda) nos ofreció algunas de los temas que incluyen su álbum de debut, “Book Of Youth”.
Introspección y desaliño indie, que busca salir de las brumas con las lecciones aprendidas de la mano del maestro Brian Wilson, del que aprovecha el gusto por la melodía y cierto tono candoroso.
El geniecillo holandés, visitante habitual en nuestro país merced a sus maratonianas giras, aprovechaba por su parte para presentar su segundo disco “Hypnophobya” aparecido el pasado verano. La referida experiencia sobre las tablas convierte a Gardner y los suyos en banda de personalidad reconocible, con un sonido muy trabajado que no escatima esfuerzos para trasladar al escenario los múltiples y ricos arreglos que condimentan sus grabaciones en estudio: ese bajo Hofner de sonido crudo y rotundo o el arcoíris de tonalidades que aportan las teclas del americano Maston (con dos interesantes discos ya en su haber), nuevo fichaje del astuto Jacco. Actitud tímida frente al micrófono que se contrapesa con la seguridad de contar ya con un puñado de temas que se han convertido en pequeños clásicos de la sicodelia de este siglo: admirador confeso de Kevin Ayers, no en vano algunas de sus piezas más brillantes revelan la deuda contraída con el ex Soft Machine (“Clear The Air” o “The Ballad Of Little Jane”), mientras que “Lullaby” denota exhaustivo estudio de los Pink Floyd liderados por Barrett. Su bien conocido oficio de orfebre de melodía y ensoñación brillan con luz propia en “Find Yourself”, completando un brillante show que complació a la exigente platea, compuesta en elevado porcentaje por la escena musical granadina.
Texto: Manuel Borrero
Foto: Eva Fraile
