El madrileño Aitor Flamingos publica Olor a Tormenta, un disco de debut en el que ha contado con la producción de César Gruart. Hablamos con el que fuera miembro de Flaminfornia para que nos contara como encara este primer trabajo en solitario.
Defines tu música como Rock y Folk Americano. Supongo que sigues la premisa elaborada por Hendrik Röver, eso de “el rock americano es posible en castellano” ¿qué significa para ti?
Creo que aunque se ha dicho mucho, el rock no entiende de lenguas. El que más me ha hecho sentirme rockero de chaval ha sido el cantado en castellano, porque sabíamos cantar las letras y las extranjeras nos las inventábamos como podíamos. No es que sea posible en castellano, es que en nuestro país y en latinoamérica el rock se ha hecho todavía más grande.
Los americanos tienen una serie de ítems e iconografía muy propia ¿cómo es posible llevarse eso al castellano y no perecer en el intento?
Nuestra lengua y nuestra forma de hacer las cosas han moldeado un sello propio de hacer rock, de cantar las cosas a través de generaciones no sólo sin perecer en el intento, sino haciéndolo con muchísima dignidad.
Es evidente que tu música no olvida las raíces más hispanas ¿cuáles son tus referentes en la música nacional?
Desde pequeño escuché siempre musica cantada en español. Silvio Rodríguez, Serrat y Sabina era la banda sonora de los viajes en coche y no pude hacer otra cosa que aprendérmelas todas. Luego apareció mi hermano con las cintas de Héroes del Silencio, Leño, Platero y Tú y todo eso hizo que dejara el saxofón y el conservatorio y me pusiera con la guitarra. El viaje nunca se acaba y cada poco incluyo nuevos referentes a la lista. Últimamente en mi top en castellano están Quique González, DePedro y por supuesto Robe Iniesta.
Las letras parecen muy autobiográficas ¿es así?
Sí es así. La gran mayoría hablan de mí, de cosas que les pasa a mi gente o gente que veo en el metro y me imagino lo que le puede estar pasando. No sé hacerlo de otra forma. La mayoría germinan cuando vuelvo a casa desde Taberna Acuerdo. El camino desde allí a mi casa es el más inspirador y fructífero de todos.
Cuando escribes una letra ¿no temes desnudarte demasiado para el público?
Creo que a todos nos hace falta desnudarnos más y dejarnos de guardarnos cosas o publicar lo que desayunamos o los kilómetros que corremos en las redes sociales. A mi me encanta desnudar lo que me pasa por la cabeza y todavía me gusta más que la gente desnude sus cosas conmigo. Creo que el camino a la felicidad va por ahí, por ser más nosotros, sea escribiendo un diario, hablando, pintando o haciendo canciones.
Tu anterior trabajo es un EP firmado como Flaminfornia ¿por qué ese cambio de nombre?
Flaminfornia fue algo que gestamos mi hermano batería Pablo California y yo un verano de redención de 2012. Fue una forma de tomarnos en serio la música que nos gustaba. Se unieron Bea, Roci, Dani y Ana y siempre será como nuestra familia musical y nuestro sello. Ahora entiendo que lo lógico a un nivel práctico es que defienda las canciones en petit comité o yo solo.
No paran de surgir bandas con cosas que decir en castellano a diferencia de hace unos años en que todo el mundo optaba por el inglés ¿crees que es un buen momento para la música en castellano?
Claro que es un buen momento. El panorama actual nos da la razón. No hay más que ver al mismo Hendrik Röver, Óscar Avendaño, La M.O.D.A, Xoel López, Mucho, Carmen Boza, Vetusta Morla y un etcétera infinito. También es cierto que me encantan músicos españoles que cantan en inglés. De mayor también quiero ser como Julián Maeso, por ejemplo. Canta en inglés y me emociona como si le escuchara en lengua materna. Creo que ahí está la clave, en la forma natural de desnudarse y crear.
¿Cuáles son los últimos discos o conciertos que te han sorprendido en ese sentido?
Por decir un concierto, el otro día Nacho Vegas en la Riviera me dejó muñeco. Qué banda, qué saber estar y ¡qué intensidad! Y si puedo decir otro, Carmen Boza se marcó un concierto maravilloso en el Ocho y Medio hace unos meses. Y si tengo que elegir un disco, es realmente difícil, pero me quedo con el que estoy escuchando mucho estos días, Camino Ácido de Ángel Stanich.
¿Planes de gira de presentación?
Acabamos de presentar con la banda al completo hace un par de semanas en la Sala Sol y ahora voy en formato acústico, íntimo y reducido a presentar en la FNAC de Oviedo, Libertad 8 de Madrid, y las FNAC de Barcelona, Donosti y Castellana. Y la agenda sigue abierta con muchas ganas de llenarse.
Eduardo Izquierdo
