Haber trabajado con gente como Dave Alvin, Ron Sexsmith, Handsome Family, John Wesley Harding, Robbie Fulks, Greg Trooper, Alejandro Escovedo o Robert Earl Keen ya es una auténtica garantía. Y todo eso y más podemos encontrar en el currículum de Bob Collum. Su octavo disco responde al nombre de Little Rock y todavía está calentito, calentito. Así que nos pusimos en contacto con el de Tulsa para que nos hablara un poco de él.
Eres de Oklahoma y no puedo pasar la oportunidad de preguntarte por Woody Guthrie.
Me encanta Woody. Su música nos la enseñaban en la escuela, ya sabes, «This land is your land» y esas cosas. Aunque tardé en comprender su importancia capital y su verdadera grandeza. Además era un tipo divertidísimo. Si lees Bound for Glory es tan angustioso como hilarante. Tenía un buen pelo, además (risas)
He visto tu música comparada con la de Nick Lowe ¿cómo lo ves?
Es un gran, gran cumplido. No hace falta decir que Lowe es una gran influencia para mí. Su sentido de la melodía y la economía en sus palabras son impresionantes. Es elegante y dignifica la profesión de músico. Quizá es el mejor músico de soul blanco que haya habido nunca. Y también tenía un buen cabello (risas). Ahí hay un patrón (risas).
Little Rock es tu primer disco desde el muy lejano Set The Stupid Free en 2007. Demasiado tiempo ¿no?
Bueno, entre medio he sacado tres EPs que representaban un momento determinado de mi vida y mi carrera. Pensé que era mejor capturar esos momentos en forma de un lanzamiento corto que no esperar a tener 12 canciones. En cambio, las canciones de Little Rock tenían un sentido unitario y eso le daba también sentido a hacer un disco de larga duración.
¿Se te ha hecho largo ese período?
No, como te decía entre el lanzamiento de los EPs y los conciertos que he ido dando he estado ocupado. También es evidente que el negocio ha ido cambiando estos años. Los LPs no ocupan el mismo lugar que antes en el mundo de la música y los singles menos. Echo de menos aquellas caras B inéditas que podían llegar a ser increíbles, aunque también simple basura. Era genial ese misterio.
La crítica es unánime al definir este como tu mejor disco ¿Qué se siente?
Imagínate, estoy muy contento porque además coincido en que es mi conjunto de canciones más potente. Creo que es porque con el paso del tiempo te vuelves mucho más selectivo como compositor y letrista y subes el peldaño del control de calidad. Solo quiero hacer discos y canciones que me gusten mucho. También tengo que destacar el trabajo de la banda en el disco que ha mejorado mis canciones.
Ya que estamos, háblame de ellos, de The Welfare Mothers.
He tenido el placer de tocar con su batería Paul Quarry desde hace 14 años. Es el hombre más musical que conozco. Tiene la extraña cualidad de percibir cuando una canción se torna aburrida y arreglarlo. Allan Kelly es el mejor Steel guitar que conozco. Gareth Davis es un bajista con un sentido de la melodía increíble. Y los tres tienen grandes cabelleras (risas), aunque en estilos completamente diferentes a Woody y Nick.
Me encantan las armonías que haces con Marianne Hyatt. Me recuerdan a dúos como Parsons & Harris o Buddy & Julie Miller ¿qué opinas?
Soy un gran admirador de esos nombres que citas. Creo en el atractivo de las voces femenina y masculina juntas. Ha habido grandes músicos ahí: George Jones y Tammy Wynette, Marvin Gaye y Tami Terrell…
En «Johnny Held Me Down» reflexionas sobre la bandera confederada desde diferentes puntos de vista.
Crecí en el sur y esa bandera siempre ha sido el estandarte para el odio y la opresión. Es una reliquia que no tiene un lugar en un mundo equitativo y justo. Entiendo que se utilice como símbolo de rebeldía pero en el fondo refleja un estatus del que cualquier sociedad moderna debería avergonzarse. Me parece de muy mal gusto utilizarla para reflejar que alguien es mejor que otro. Traté de escribir de eso en la canción.
Tus letras tienen un punto de ironía que me recuerda a Warren Zevon, Elvis Costello o Randy Newman ¿estás de acuerdo?
Esas tres personas que has citado forman parte de mis ídolos. La ironía es la mejor manera de hablar de cosas que de otra forma te rompen el corazón o te cabrean. Daría cualquier cosa por escribir una canción emocionalmente desnuda como «Jack of all parades» de Costello, tan inteligente y tierna como «Veracruz» de Warren Zevon o tan triste y quejumbrosa como «Real emotional girl» de Randy Newman. Hay muchos músicos que me hacen considerarme feliz de estar vivo. Como Bob Dylan, por supuesto. O Paul Westerberg. O Peter Case, uno de los tipos más reales que conozco.
Para acabar, Little Rock me parece un disco de viaje ¿tú cómo lo ves?
Entiendo a qué te refieres. Es un álbum que mira hacia atrás y hacia delante al mismo tiempo, y suena bien en el coche. Quizá mi próximo discos ea sobre el aquí y ahora y suene mejor en el equipo de casa (risas).
Eduardo Izquierdo