Encuentros

The Hanging Stars, el don de la ubicuidad cósmica

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Aunque su formación, surgida en parte de los valiosos The See See, es puramente británica, The Hanging Stars tienen el don de la ubicuidad: son capaces de estar al mismo tiempo en Londres y en Los Angeles. Un pie en el Lea River de Luton y otro en algún desierto californiano. Su música, una especie de suspensión cósmica entre la naturaleza vivida, la añorada y la deseada, bebe de la misma fuente tranquila en la que se sacian grupos como Beachwood Sparks. Hablamos con los británicos ante su inminente gira española en noviembre (23 en Zaragoza, en Las Armas; 24 en Barcelona, en Heliogàbal; 25 en Valencia, en Loco Club; 26 en Madrid, en Siroco; 27 en Hondarribia, en Psilocybe Gaztemaniak; 28 en Liérganes, en Los Picos).

Sois todos ingleses y, sin embargo, sonáis como una banda americana. ¿Cómo es posible?

Es gracias a todo el amor que tenemos por la música americana, la tradicional y la otra. Creo que nuestro sonido es también profundamente noreuropeo; el lado europeo de la música es tan importante o más que la tradición norteamericana. Además, la belleza de las dos es que están histórica y sonoramente muy interrelacionadas la una con la otra. Es sólo un giro aquí y allá. Supongo que el hecho de que toquemos guitarras eléctricas de 12 cuerdas ayuda bastante.

En ese sentido, ¿cuáles son vuestras principales influencias?

Demasiadas como para mencionarlas todas, pero las que me vienen a la cabeza hoy son Fred Neil, Karen Dalton, Martin Carthy, Tinariwen, Fairport Convention, Santo and Johnny, The Everly Brothers, The Flying Burrito Brothers y un montón más.

¿Por qué decidisteis incluir una versión de The Gun Club (‘Mother of Earth’) en vuestro EP?

Es una canción que encapsula el mismo tipo de melancolía que te invade cuando estás conduciendo entre los embalses de la E17 en una noche de domingo lluvioso o en la oscuridad total en el desierto de California. Es un sentimiento que buscamos en nuestra música; pero principalmente, la canción simplemente funciona.

¿Podéis explicar el papel de la naturaleza en vuestra música?

Hay muchos árboles, riachuelos y ríos en nuestras canciones. Quizá la raíz de todo sea el hecho de que todos nosotros estamos atascados en un escenario urbano, Londres; especialmente en una ciudad al estilo del Mordor horrible con el horizonte de Londres al que todos estamos sometidos nos guste o no. Pero el río Lea, alrededor de donde vivimos todos nosotros, nos proporciona alivio y, por alguna razón, la imaginería y el simbolismo de la naturaleza acaba teniendo un fuerte eco en nosotros.

¿Cuánto hay de The See See en The Hanging Stars?

Más allá de compartir algunos miembros, la idea y el espíritu de The Hanging Stars viene de un lugar completamente diferente. Un lugar más oscuro y más melancólico.

The Hanging Stars

Parece que ambos proyectos están fuertemente anclados en los 60. ¿Qué hace que los 60 sea una década tan especial en la música?

A pesar de que esa década significa muchísimo para nosotros, y de que algunos de nuestros discos favoritos, de hecho, están grabados en esa época, creo que el resultado de nuestra música es mucho más complejo y una suma de más partes. Discos y cantantes que nos influyen a la hora de componer pueden ser tanto de los años 30 como de los 80.

Woods, Beachwood Sparks, The See See/The Hanging Stars,… ¿Crees que hay una especie de movimiento de bandas que recuperan la música de aire desértico o de las playas de Los Angeles? ¿Es algo anecdótico?

No estoy seguro, a pesar de que tienes razón en que ha habido un buen puñado de grupos que durante los últimos años encajan en esa descripción. En cualquier caso, los criminalmente menos valorados son los más interesantes: The Young Sinclairs, Promised Land Sound, Gospelbeach y vuestro propio Alberto Montero, por mencionar algunos.

¿Cómo fue el proceso de grabación del disco que saldrá en Marzo del año que viene?

La grabación se prolongó casi un año. Todo arrancó en el estudio de Rob Campanellas (BJM, Quarter After) en una semana en Los Angeles, lo que consiguió influenciar el disco enormemente; la guitarra de Christof Certiks en ‘House On The Hill’ es un ejemplo. Entonces acabamos algunas de las canciones que habíamos empezado en los Bark Studios de Walthamstow E17. Richard también fue al estudio Battle Tapes en Nashville para añadir algunos cortes. Al final de todo fue un proceso largo y prolongado a través de un buen puñado de ciudades.

¿Cómo es el sonido de The Hanging Stars en directo?

Bajo, alto, cálido, tranquilado, ruidoso y acuoso.

¿Qué esperáis de vuestra gira en España?

Nos encanta España. Siempre nos han tratado muy bien allí y la gente es muy apasionada y conocedora de la música. Estamos especialmente emocionados con Hondarribia, ya que nunca hemos estado ahí y hemos escuchado grandes cosas. No podemos esperar.

Texto: Jorge Salas

 

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