La semana que viene nos visitan Dictators. Será el próximo martes 10/11 dentro del ciclo Stash de la (2) del Apolo de Barcelona. Recuperamos esta entrevista que hicimos a Handsome Manitoba hace menos de un año.
“The Real Thang” están a punto de cumplir cuarenta años y casi quince desde que formularon la agridulce pregunta retórica. ¿Quién salvará el Rock and Roll? Visto con perspectiva, esta composición de Andy Shernoff se mostraba reveladora del futuro del grupo, cuya regularidad en directo viene aumentando desde los últimos tiempos, empeñada en ser parte de activa de la conservación del género, pero no su mesías. Por los motivos que sean- aunque se intuyen-, Shernoff no está en esta formación rebautizada como Dictators NYC, quizá por no querer llevar esa mochila llena de piedras de responsabilidad que significa mantener digno el rock and roll a los sesenta años. Respetando las intenciones de ambas partes sin género de duda-, la que le corresponde ahora a Richard “Dick Handsome” Manitoba, Ross The Boss, JP “Thunderbolt” Patterson, Daniel Rey y Dean “The Dream” Rispler es tocar a un volumen alto, mantener las canciones clásicas al mismo nivel que antaño, captar a nuevas generaciones y hacer olvidar los problemas de la gente. Ponemos conferencia a Nueva York y Mr. Manitoba (Richard Blum en el registro civil), entre las algarabías de unos niños de fondo y alguna interrupción de su mujer, contesta afable al cuestionario de Ruta 66, revista que conoce sobradamente bien con la que hasta ahora, sólo había conversado con su ya antiguo bajista.
En esta gira vuelve Daniel Rey a la guitarra, y esto nos recuerda el reciente fallecimiento de Tommy Ramone. ¿Manteníais contacto? ¿Qué supone que ya no quede nadie original de Ramones para el rock and roll?
Cada vez que perdemos a alguien que ha sido tan importante para el rock and roll, duele. Como Ron Asheton, de los Stooges, o Tommy Ramone en este caso, el sentimiento que se genera es muy duro. Y es así porque se vuelve a ir otra persona que ha creado tanto y que era un amigo. No estaba en contacto con él últimamente pero nuestra relación era amistosa y nos respetábamos. Cumplíamos años el mismo día, el 29 de enero. Arturo Vega, el que creó el logo de Ramones era también un gran amigo, Joey era también un muy buen colega y su road manager, Monty Melnick, lo es. Tommy era un… no era un amigo muy cercano pero entre ambos construimos una buena relación. Así que cuando me enteré de su fallecimiento, me puse muy triste. Era un buen hombre.
Lou Reed también dejó de fumar justo hace un año. ¿Crees que se está quedando la ciudad huérfana?
¡La gente se muere! Es lo que sucede cuando te vas haciendo mayor. Nosotros venimos de los sesenta y de los setenta, donde todo el mundo tomaba drogas. Muchos no aguantaron y fueron falleciendo por diversas causas, como ataques al corazón, etc. Cuantos más años cumples, cuarenta, cincuenta, sesenta… y si tienes mala suerte, tienes más posibilidades tienes de irte al otro barrio.
Sé que la gente la va palmando, pero me refiero más a su influencia en Nueva York como músico y la de otros tantos ilustres. Esas muertes no pasan tan desapercibidas.
Claro, porque han creado algo especial. Pero tú no quieres que haya otra banda igual que Ramones u otro artista como Lou Reed. Si no, no serían especiales.
¿Por qué no está Andy Shernoff? ¿Se prevé que vuelva a la banda próximamente?
No hay planes de vuelta. Él no quiere volver con los Dictators nunca más. Creo que… en fin, no sería elegante por mi parte hablar mal de un miembro de la formación original de la banda. A mí al menos no me gustaría leer en ninguna revista cruces de acusaciones entre los miembros de un grupo. Me encantan los Kinks, soy un gran fan de Dave y Ray Davies, y sería estupendo poder ver a la formación original en un escenario, como se ha venido anunciando últimamente. Pero cuando leí que entre los dos hermanos había desavenencias, no quise saber nada más, no me interesan los detalles personales cuando hay peleas por medio. Si le quieres preguntar a Andy porque no quiere continuar con nosotros, está en tu mano hacerlo, pero déjame decirte que si alguien no quiere hacer algo, no eres nadie para obligarle a hacerlo. En estos momentos estoy muy contento con la banda que tengo, estamos disfrutando muchísimo viajando alrededor del mundo tocando rock and roll, divirtiendo a muchos fans y otros tantos nuevos seguidores… es genial esta vida.
La formación The Dictators NYC comenzaron su gira en España el pasado año. Mi primera colaboración en esta revista fue en 2005, con la publicación de “Viva Dictators”, cuyo título es en castellano. ¿Qué ha supuesto este país para la carrera de la banda?
De España siempre he dicho, y espero que mi castellano sea correcto, que “es mi casa segundo”, porque es un lugar muy confortable para tocar. Pepe Ugena (Record Runner, NdelA) nos ha tratado siempre fenomenal desde 1996, y somos su banda favorita. Nos encanta la tierra, la gente, el relax… todo lo relacionado con el país. Hay un dicho en América que dice que hay que trabajar para vivir y no vivir para trabajar. Por eso me encanta la costumbre que tenéis de partir la jornada en dos para dormir un rato y así luego salir a cenar o quedarse un rato por la noche. Pero en referencia a la música, también. Hemos tocado prácticamente por todo el estado y siempre nos hemos sentido queridos por lo que hacemos. En ocasiones, en E.E.U.U, el trato de los promotores a las bandas no es tan correcto. En España, lo éstos te invitan a su hogar, hacen fiestas en bares en tu honor… valoran el rock and roll como una profesión honorable y nos sentimos muy a gusto ahí. Y ahora que estaremos haciendo una gira por toda Europa, nos hemos dado cuenta que hay países a este respecto muy similares a España. No estoy diciendo que España sea reemplazable. Espero que nunca lo sea. Muchos oriundos de allí suelen venir a mi bar aquí en Nueva York, y es fantástico girar por Europa y por España.
Nueva York, por su carácter cosmopolita, sigue generando bandas. ¿Sigues la actualidad? ¿Hay cosas que te estimulen?
(Categórico). No.
Ok, sigamos con la siguiente pregunta
(Risas). Ya no veo a bandas como las que me gustaban antaño. Tengo un programa de radio con Little Steven, y él suele pinchar mucha música de grupos actuales de la ciudad que suenan como los viejos. Y porque trabajo en esa emisora, tengo la oportunidad de escuchar bandas que no escucharía si no fuera DJ. Por ejemplo, hay unos songwriters actuales que me gustan que se llaman John and Brittany, bajista y guitarra, de Philadelphia y a su vez, hermanos. Les fui a ver una vez y fue muy divertido. Hay otra mujer, Palmira Delran. Nos ha ayudado a escribir un par de temas a los nuevos Dictators y Little Steven escogió una de sus canciones como la mejor de su programa el pasado año llamada <<You’re My Brian Jones>>. Nos conocimos, nos caímos bien y empezamos a trabajar juntos. Y Ross (The Boss) y Dean (Rispler), el bajista, escucharon su música y se mostraron interesados, así que puede que en breve grabemos un par de temas. No sé si estará listo para la gira española, pero esperamos tener un single listo próximamente.
¿Qué es para ti el punk hoy en día? ¿Crees que se puede replicar una escena como la que pivotó alrededor del CBGB en los setenta y ochenta?
Bien… es difícil de definir. No hay una sola acepción para los géneros musicales. Lo que significa el punk rock para ti no es lo mismo que para otra persona. Si les preguntas a diez personas, tendrás diez diferentes opiniones, ¿no crees? En Inglaterra, por ejemplo, el punk fue muy político, era una reacción de los trabajadores contra el sistema. Y por otro lado, también podía ser un escalón cultural en relación a la moda y la política. En Nueva York, al menos para mí, el punk era una respuesta hacia la música comercial imperante en los setenta, a los conciertos sobre dimensionados en estadios y que duraban dos horas. Eso no era rock and roll. Lo eran los Who, los Stooges, MC5 y los Rolling Stones. Esas bandas eran las que creíamos que debían servir de inspiración a la gente, y la cosa cada vez iba a peor. En los setenta, cuando veíamos a los Stooges o MC5 decíamos: eso es rock and roll y nosotros lo podemos hacer, montemos una banda. No considero a Dictators como una banda de punk pura. No éramos punks con la actitud ni con algunas de las canciones que teníamos… pero, ¿qué significa el punk para mi hoy en día? Es estar dispuesto a tocar música a mi edad, a un volumen elevado, hacer sentir bien a la gente y probablemente hacerles olvidar por un momento su trabajo, la escuela, los problemas. Ya sabes, ven a vernos el fin de semana, tómate un par de copas y diviértete. Eso para mí es al menos el rock and roll, no sé si el punk también.
Richard, en enero cumpliste 60 años. Empezaste como roadie de la banda de la que ahora eres el cantante, condujiste un taxi, regentas un pub en NY, eres locutor de radio… ¿qué te queda por hacer en esta vida?
Mucho. Me queda mucho que hacer. Mi bar, por ejemplo, no es un simple lugar que se despache alcohol. Estoy construyendo un mural con cientos de fotografías que reconstruyen la historia del rock and roll. Muestran un periodo de la vida de devoción hacia el R&R, por lo que cuando entras en él no es sólo hay bebidas, hay algo más, es historia del rock and roll. Little Steven me paga dinero por ser Dick Manitoba poniendo música en la radio, y en la banda… ¿cómo podría ser infeliz? Viajamos por todo el mundo, tocamos música, la gente me quiere y hago algo de dinero. Tengo una familia, la responsabilidad con mi mujer de criar a nuestros hijos, y creo que cuando te llaman papá, eso es ya la pieza que falta para construir una vida perfecta. También quiero escribir un libro, aunque aún no sé de qué tipo, sobre mi vida y experiencias, sobre mis amores y disgustos, y quiero hacer de Dictators NYC una banda más grande de la que es ahora. Creo que Andy, sin entrar en polémicas, era feliz cómo estaban los Dictators antes, y Ross The Boss, JP que llevan en la banda mucho tiempo, y yo, queremos más. Creemos que seguimos estando en forma, que la gente se lo pasa bien… mira, hemos tocado sesenta conciertos en setenta días en setenta sitios distintos en Europa, y cada uno de los promotores quería que volviésemos. Puedes hacer la mejor crítica en Ruta 66, pero si a la gente no le gustas, no vuelven a verte. Por eso, el arma más poderosa con la que contamos es el boca a oreja.
Go Girl Crazy fue considerado por Uncut como el mejor disco de punk americano entre 1975-1983. ¿Os sorprendió este reconocimiento?
Yo ya no me sorprendo por nada. Tengo sesenta tacos (risas). Álvaro, mira… es muy raro que cataloguen tu primer álbum de punk, cuando éramos unos críos haciendo lo que nos daba la gana. No intentábamos ser unas estrellas del rock ni nada similar. Simplemente fuimos al estudio y pensábamos que lo que teníamos era lo que más molaba. Ya sabes, eres un chaval y te crees que eres el centro del mundo. Y hablábamos de comer hamburguesas, de chicas, de emborracharse, de rock, por supuesto… y nadie compró el disco. Quizá unas doscientas personas. Así que es extraño este reconocimiento. Pero lo que sí es raro es pensar que el próximo año, en 2015, haremos cuarenta años de trayectoria. (en español) ¡Cuarenta años! ¡Y estamos vivos! Cuando la gente se acerca en el bar, gente de unos cuarenta o cincuenta años con sus hijos, y éstos me dicen que sus padres les introdujeron en la música de los Dictators, y que les encanta el primer disco, eso significa que cuatro décadas después seguimos teniendo algo y seguimos siendo respetados. Lo que no conseguimos cuando editamos Go Girl Crazy lo hacemos ahora. Y eso es maravilloso.
En una crónica de vuestro último concierto en Madrid, un compañero de esta revista comentaba que, como en un restaurante típico, a pesar de que se sabe el menú de antemano, no por ello deja de ser más apetitoso. ¿Estás de acuerdo?
Me gusta. AC/DC, por ejemplo. Les vi hace seis años. También les vi en los setenta. Fue el mismo show, pero igual de genial. Y todo el mundo se lo pasó bien. Y eso es lo que nosotros hacemos. Mi restaurante favorito es precisamente mi favorito por eso: conozco el menú, sé que tienen buena comida y voy a gastar mi dinero porque eso es lo que me hace feliz. Creo que una muy buena analogía.
El mes pasado, en Europa, estaba en mi habitación de hotel viendo la única cadena en inglés que había, CNN Internacional, y las noticias eran cada vez más horribles, Irak, Irán, Gaza, Siria… no quiero que la gente se quede en casa viendo noticias de política. Quiero que se levanten, cierren la puerta y se dirijan a la calle a divertirse. Y que vengan a vernos a nosotros. Somos divertidos, tocamos alto y por una hora te vas a olvidar de la mierda que hay en la vida.
Ya dijiste un hace tiempo que tu generación era la salvación del rock and roll. La regularidad con la que seguís en los escenarios quizá no lo salve, pero lo mantiene vivo. ¿Qué opinas?
La gente joven mantiene vivo el rock and roll. Las personas se irán marchando, quizá los lenguajes se extingan, las culturas desparecerán… pero queremos tanto a la música que esta seguirá. Nosotros no vamos a salvar el rock and roll, pero seremos una parte de los que lo hagan. Mi bar, mi programa de radio, mi banda, los jóvenes que nos descubren y que se meten en este mundo por nosotros… eso es lo que nos mantiene a salvo.
Texto: Álvaro Fierro
Fotos: Salomé Sagüillo