Encuentros

Los Marañones, clásicos del futuro

marañones bajaporinma alcazar

Más de un cuarto de siglo llevan en activo Los Marañones, algo que les convierte ya en un elemento cotidiano del paisaje “rockero” hecho en castellano. Compuestos a base de todo tipo de influencias pero siempre tamizadas por su particular estilo, en el que cada elemento (voz, letras, sonido…) resulta característico por sí mismo, presentan su nuevo trabajo A contratiempo. Esta vez nos sacan de fiesta, y para ese guateque nos deleitan con sonidos relacionados con el rock and roll clásico además de su habitual “realismo costumbrista”. Miguel Bañón es el encargado de hacernos de guía con sus respuestas por los entresijos del disco y de la propia banda….

 

A contratiempo es el nombre de vuestro nuevo disco. Como viene siendo habitual, utilizáis un título corto y de alguna forma jugando con su significado. ¿Es premeditada esa forma concisa y llamativa de titular?

Sí, es un poco nuestro estilo de poner título a los discos. Siempre nos gusta que tengan algo que ver con su contenido, y en este caso no solo tiene ver con él – donde hay una historia hilada con la letra de las canciones en las que hay un personaje al que le pasan continuamente contratiempos – sino también con nuestra propia idiosincrasia, nuestra forma de ser, que vamos siempre un poco a contratiempo. Y también es un disco que pertenece a otras épocas, no sé si pasadas o futuras.

Además sí vemos temas como «A Hawái», «En un huerto de cardos» o «Mi viejo zeppelín» nos encontramos con otra constante en vuestra discografía, trabajar con la idea de escapar, de huir.

Siempre nos ha gustado la evasión, nuestras letras han sido bastante novelísticas en cuanto a que son normalmente ficciones, aunque no del todo desarraigadas de la realidad. Siempre nos ha gustado viajar con la imaginación, evadirse de la realidad.

A lo largo de los años habéis pasado por diferentes etapas estilísticas, pero se podría decir que desde ya hace unos años habéis decidido manejar todo tipo de influencias tratadas de forma particular y muy reconocible. Al final, ¿conseguir esa identidad propia es la gran meta de un grupo?

Pienso que tenemos una identidad propia desde hace bastante tiempo, viene dada tanto por el tipo de músicas que fusionamos como por las letras, en las que como has dicho antes hay constantes como la evasión u otras como cierto sentido del humor personal. En la música puedes identificar influencias, pero nunca puedes decir esta canción es “esto” o lo “otro”, porque se mezclan. Este disco en concreto hemos querido hacerlo más homogéneo que el resto. Teníamos un material acumulado de canciones digamos “yé- yé” con aires sesenteros, incluso de la primera mitad, de la pre psicodelia, y que por un motivo u otro, a lo mejor incluso por vergüenza, no habíamos metido en otros discos. Decidimos hacerlo temático en ese sentido, basado en muchos de los grupos que más nos han impactado, desde Byrds, Spencer Davis Group, los Beatles, primeros Who, los Rolling, Kinks, por supuesto. Incluso te puede sonar al rollo Atlantic, Motown, Stax… pero es también lo que hacían esos grupos de aquella época, retomar, o filtrar, ese pop negro y pasarlo por el cedazo del pop blanco.

Entonces hablamos de un disco que pese a esa unidad estilística que tiene, entorno al rock and roll clásico, está compuesto de grabaciones anteriores rescatadas.

En realidad decimos que son canciones que tenemos por ahí pero son simplemente bocetos, ideas. Las retomamos, las transformamos, incluso no tienen letra, o luego la cambiamos, les damos bastantes giros. Teníamos un montón de stock de material de muchos estilos y un contingente bastante amplio de este tipo, y pensé que podíamos hacer un disco con esa frescura e ingenuidad de los años sesenta. Podía ser divertido para nosotros grabarlo y para el publico a la hora de oírlo.

El hecho de poseer ese estilo particular pero no estar encasillados en ningún género demasiado concreto, ¿os hace sentir estar situados en tierra de nadie?

Siempre lo hemos sentido así, en tierra de nadie y a contracorriente, o a contratiempo, como se llama el disco. También nos influyen relativamente las tendencias, en este disco desde luego no, pero tampoco somos nostálgicos, pensamos que nuestra música no es del pasado sino del futuro, porque en realidad lo que hay que hacer es romper las tendencias para hacer algo nuevo, aunque nos basemos en cosas antiguas siempre lo pasamos por nuestra forma de pensar actual. Nos interesa más el contenido que la forma. Basar un tipo de música en meter un sonido con arreglos distintos se nos queda superficial, vamos a las melodías de las canciones, a los textos. Por eso los últimos discos, y sobre todo éste, en cuanto a producción son muy sencillos, no queremos que haya cosas que despisten del concepto, del fondo.

La nota promocional del disco enlaza vuestras canciones creando una historia común, ¿hay que verlo como de alguna forma temático entorno al desarrollo de un personaje?

Es una cosa que salió casi involuntaria. A veces te pones a hacer letras para un disco y dependiendo de tu estado de ánimo, sin remedio salen las cosas así. Antes de que saliera la historia habíamos puesto un orden de las canciones, y nos dimos cuenta de que en todas había un personaje en primera persona al cual le estaban pasando cosas: desengaños amorosos, nueva relaciones, dificultades en el trabajo.. Nos vino dado, es el propio subconsciente el que crea que tengan una conexión entre sí las letras.

Utilizar un personaje come método para tratar temas universales…

A nosotros no gusta mucho la narrativa, la cosa novelística. Son ficciones, pero al final la realidad se ve reflejada en esos personajes. Aunque también está presente la fantasía, viajar a sitios sin haber estado nunca, pero la realidad no puedes evitar que influya. Algunos de ellos, sin que seamos conscientes del todo, son gente que nos rodea, son ficticios pero probablemente un tipo de persona que conocemos.

Es habitual que os acerquéis a la temática social, en este caso en canciones como «Reir o llorar», aunque siempre lo hacéis desde un punto de vista cotidiano, sin soflamas ni panfletarismos.

En realidad nunca nos ha gustado el panfleto, ni adoctrinar ni decir a la gente lo que tiene o no que hacer. Nosotros solo ponemos cosas en el cuadro y cada uno puede interpretar lo que quiera, claro que a veces los cuadros son bastante explícitos. Lo que hacemos es una especie de álbum de retratos.

Lo social como una pincelada más de ese retrato costumbrista que practicáis.

Sí, una pincelada irremediable de la cotidianeidad. Vivimos la vida y son cosas que nos pasan a nosotros y a todo le mundo y hay que hablarlas. Pero nos gusta buscar el giro del sentido del humor, no dramatizar, es nuestra forma de ser. La vida es dura y desde nuestro punto de vista como músicos, es un servicio que hacemos, no endurecer más las cosas, mostrar lo que hay pero siempre intentando poner buena cara y dar la vuelta a la tortilla.

El sentido del humor a modo de bálsamo contra la cruda realidad.

Es una opción, tanto en música, literatura, poesía, etc.. hay muchas tendencias, hay gente que le gusta la denuncia o más existencialista. Nuestra forma de ser, aunque parezca despreocupada, es comprometida, pero nos gusta ver el lado amable, buscar algo distinto, una forma que nos sirva para verlo con optimismo.

Tanto tú como los demás componentes del grupo participáis en otros proyectos musicales, ¿ayuda de alguna manera el hecho de tener otros espacios donde expresarse a mantener vivo un grupo tras más de 25 años?

Pues sí. Prácticamente todos nos dedicamos exclusivamente a la música, lo que te da tiempo para hacer otras cosas de las que puedes tener inquietudes, pero lo que ayuda a mantener un grupo tantísimos años, a parte de tener cosas que decir, es llevarte bien. Y nosotros nos hemos aguantado bien. La mayoría de grupos que conozco han tenido una separación alguna vez, ahora están volviendo muchos grupos de los ochenta y noventa… Eso se lo comentaba a mis compañeros: vamos a separarnos una temporada y luego volver para ver qué se siente (risas). Luego una cosa importante es tener claro los objetivos, cuando cada uno tiene diferentes es lógico que se separen, siempre hemos tenido claro cuáles son nuestras metas.

 

MG4216baja

Uno tiene la sensación de que Los Marañones siempre están ahí pero agazapados, sin hacer mucho ruido, dando pequeños pasos.

Da la impresión de que no nos lo tomamos muy en serio porque parece que no hacemos esfuerzo para que se nos conozca, pero más que eso hemos pecado de no ser muy ambiciosos, o de poner ciertas premisas artísticas al hecho de tener una difusión mayor. Hemos tenido propuestas de alguna discográfica para hacer algo que no es lo que nos apetece hacer, por eso estamos muy a gusto con la autoproducción, nos deja libertad absoluta, y tener mayor o menor repercusión es algo que nos preocupa relativamente. Lo que nos hace feliz es seguir sacando discos y que haya gente que los demande y que disfrute con ellos.

¿Hasta qué punto hay que tener en cuanta al oyente, pensar en agradarle?

Bueno, cuando haces canciones no las haces solo para ti, lo puedes hacer, claro, es otra opción, nosotros pensamos en la música como un medio de evasión. Nos gusta promocionar ese servicio a la gente que la escuche, divertirse, desconectar de su trabajo, de sus problemas, como una terapia. Por eso hacemos música divertida, con tintes de humor, que la gente la pueda disfrutar fácilmente, que sea asequible.

No desdeñar el sentido popular que tiene el pop-rock.

Claro, el término pop supongo que viene de ahí, hacer música para todo el mundo, la música culta es para unos pocos. Probablemente cuando salieron grupos de rock sinfónico en los setenta pensaban en llegar a un público más culto, a nosotros nos gusta conectar con todo el mundo. Siempre hemos dicho que tocamos música pop, pero no como el concepto que hay ahora, antagónico del rock o de otros estilos, no lo sentimos así. Nos parece que engloba todo, como lo que hacían Kinks, Beatles… mezclando rock an roll con blues, con ragtime…

Y después de más de un cuarto de siglo, ¿qué os enciende todavía esas ganas de poneros de nuevo con nuevas canciones, disco, gira…?

Para nosotros esto es una necesidad vital, lo tenemos que hacer porque tenemos el gusanillo. Mantener Los Marañones no es rentable, en absoluto, pero lo necesitamos hacer, necesitamos mantener ese contacto con el, escaso o más o menos relativo, publico. Nos motiva que haya gente esperando que saquemos disco, aparte de por nosotros mismos, porque nos lo pasamos muy bien haciéndolo.

 

Texto: Kepa Arbizu

Foto: Inma Alcázar

One Comment

  1. Allá vamos

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Contacto: jorge@ruta66.es
Suscripciones: suscripciones@ruta66.es
Consulta el apartado tienda

Síguenos en Twitter