Mala noche para competir con los diversos conciertos que se producían en la Ciudad Condal, motivo por el cual servidor solo pudo asistir al segundo de los shows previstos para la noche en el Rocksound. Lo de Harlock quedará para futuras ocasiones. Steven Munar y su Miracle Band, por su parte, ofrecieron un concierto medido, profesional y, en ocasiones, brillante. Tenían como objetivo presentar su último single, el precioso desde su portada Berlín, y de paso el recién editado Grandes Éxitos de Munar. Luchador incansable, el británico se muestra competente sobre las tablas y factura un rock de raíces americanas que no pierde de vista su origen. El grupo que le acompaña suena engrasado, fiel a lo que necesitan sus canciones en las que la guitarra acústica marca la pauta. Por eso no defrauda. Y ni siquiera se deja amedrentar por la escasa presencia de público demostrando que sabe de qué va esto de subirse a un escenario. La próxima vez, no se lo pierdan.
Eduardo Izquierdo