El guitarrista barcelonés está ahora mismo en el ojo del huracán mediático debido a su destacada participación en Código Rocker. El nuevo disco de un Loquillo regresando a sus raíces básicas para el que ha resucitado a los añorados Nu Niles como acompañantes. Además de eso continúa grabando y quemando escenarios junto a los explosivos Mambo Jambo y colaborando en otros múltiples asuntos como Los Locos del Oeste. Tanta hiperactividad ha hecho de Mario Cobo una de las piezas clave de la escena rockin’ nacional durante, como mínimo, la última década.
Toda esa avalancha de trabajo no debería relegar al olvido la reciente edición de estos dos E. P. ‘s (en riguroso formato vinilo) a cargo de Sleazy Records donde deja campar a sus anchas todo el talento que atesora como músico. Un par de rodajas totalmente instrumentales donde da rienda suelta a su habilidad técnica con diversas hachas, y con el pedal steel, el ukelele, el clavioline o el bajo, en ocho temas, a cuatro por acetato, primorosamente interpretados junto a algunos de sus compinches habituales, Anton Jarl (batería), Iván Kovacevik (contrabajo), Josep Lluis Pérez (guitarras), que vuelan de género en género con una naturalidad aplastante. Ecos de surf music, jazz, blues, música hawaiana y rock & roll navegan entre los surcos surfeados por la aguja de diamante para regocijo del oyente y disfrute de los músicos. Mario rinde respetos a algunos de los jefes, Link Wray, Grady Martin, Santo & Johnny, Buddy Merill, y exhibe su profundo dominio del instrumento y su amplia cultura musical.
Desconozco si tendrá tiempo para ello con tanta ocupación o si la cosa quedará simplemente en un trabajo pensado para ser desarrollado en el estudio pero sería una gozada poder disfrutar de esta faceta suya encima de un escenario. De momento nos tendremos que conformar con estas dos primeras entregas e ir mirando el calendario para estar al quite de la aparición de una anunciada tercera parte.
Manel Celeiro
