Uno no puede evitar el sentimiento de quedarse con una sensación extraña después de la escucha del cuarto disco de Joe Topping titulado con el nombre de la banda que lo acompaña habitualmente, The Vagrant Kings. The Telegraph no ha dudado en considerar el elepé como “uno de los mejores discos de folk del año 2015”, aunque creo que el titular puede ser excesivo. Autodefinido como una mezcla entre Woody Guthrie y Ry Cooder, el británico no tiene ni la capacidad lírica del primero ni la originalidad instrumental del segundo por lo que flaco favor creo que le hace dicho eslogan comercial. Lo que sí es el amigo Joe es un notable compositor de canciones que igual juguetean con el sonido del citado Cooder en «No Matter Where I Ramble» con un espléndido trabajo al dobro, con el góspel-blues más clásico de Nueva Orleans en « I’m Not Going To Worry» on el blues del Delta en « This Love And Lack Of Money». Quizá el problema es que el álbum es demasiado homogéneo a pesar de la variedad de estilos. Uno parece en todo momento saber qué va a pasar y no hay demasiado lugar para las sorpresas. Y eso, en un mundo en el que los cantautores folkies salen de debajo de las piedras, es algo que debe corregirse en futuras entregas.
Eduardo Izquierdo
