Encuentros

Entrevista con Alec Palao, arqueología del rock británico

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Publicamos la entrevista íntegra con Alec Palao (versión reducida en Ruta 66 no. 319, octubre 2014) donde nos cuenta los pormenores de la reedición de «Cryptic & Coffee Time», el último trabajo de los ingleses The Sting Rays, publicado en 1987.  Perdido durante 27 años en tierra de nadie, es rescatado ahora por el sello madrileño Discos Alehop! en una lujosa reedición remasterizada al gusto de la banda y galardonado por un grammy como arqueólogo musical. También nos explica su labor artística en reediciones y recopilaciones de sellos fundamentales como Ace, Big Beat O  Light in the Attic.

Alec, para empezar, ¿me podrías contar cómo fueron tus primeros pasos dentro de la música?

 Solo tengo tenues recuerdos de la música pop antes de 1970, pero mi padre (que era de Barcelona) solía poner discos a un volumen atronador y uno de sus favoritos era Buddy Holly, así que ya siendo un chaval me estaban llevando por el buen camino. Años después supe que gustaba hacer de DJ y solía enviar cintas de shows que grababa en casa de Londres a emisoras de radio en España. ¡Hacía que sus amigos ingleses aparentasen ser Cliff Richards o Helen Shapiro dando entrevistas “exclusivas”! Fui a clases de piano durante un par de años cuando tenía doce años pero mi mayor influencia fue conocer a los futuros Sting-Rays Bal, Mark y Keith en clase, y formar una serie de toscas bandas con ellos y otros en las que intenté tocar la batería y luego el bajo. El punk fue una gran influencia pero también lo fue el descubrimiento del rock’n’roll de los 50 y, sobre todo, el álbum “Nuggets”, que oí por primera vez en 1977.

 

Estuviste en The Stingrays desde 1981 hasta el 1987, fusionasteis el rock and roll y el garage para dar a conocer por primera vez la palabra y el género psychobilly. ¿De qué manera estructurasteis esos sonidos para empezar vuestra andadura musical como The Stingrays?

Nos encantaban las cosas más locas que podíamos encontrar, y simplemente lo mezclábamos con cualquier otro tipo de música que nos gustase. No había limitaciones, más allá de nuestra pericia musical. Había tanto rockabilly como garage de los 60 al principio de todo, pero otros estilos que influyeron específicamente sobre nuestro sonido incluían folk-rock, punk (estrictamente la variedad 1977), Merseybeat, surf y northern soul, por nombrar unos cuantos. Algunas de nuestras versiones pueden darte una idea: ‘Panic’ (Reparata & The Delrons), ‘My Mind Ain’t So Open’ (Magazine), ‘Time Is After You’ (Peanut Butter Conspiracy), ‘What More Can I Do’ (Zombies), ‘So You Say You Lost Your Baby’ (Gene Clark). También nos importaba mucho que la gente descubriese canciones o artistas que pensábamos que estaban injustamente poco valorados. Eso empezó con la portada de nuestro disco de debut, posando en la habitación de mi amigo Ski bajo el techo que tenía pintado el arte del “Psychedelic Sound” de los 13th Floor Elevators.

 

En vuestro recorrido musical con The Stingrays me sorprende que en ocho años solo editaseis dos elepes oficiales, además con una diferencia de varios años entre ellos. ¿Me puedes explicar esta cuestión temporal?.

En realidad los Sting-Rays estuvimos juntos cinco años y técnicamente se publicaron cinco álbumes durante ese tiempo, aunque dos fueron grabaciones en directo y uno un recopilatorio. Uno de las motivos fue que tuvimos muchos cambios en la formación en los años 1984 y 1985, así que hasta que Jonny Bridgwood se unió al grupo no estuvimos lo suficientemente asentados para grabar un nuevo álbum de estudio – además para entonces ya habíamos acumulado una buena reserva de canciones originales.

 

Un primer trabajo titulado «Dinosaurs» conteniendo temas energéticos y frenéticos de plena fusión de rockabilly y garage, ¿Qué me puedes contar sobre esta primera publicación?

Lo pasamos bien grabándolo pero nos decepcionó mucho cómo quedó. El ingeniero de sonido nos odiaba y Robin Wills, el productor, aunque estaba de nuestro lado, se pasó la mayor parte del tiempo esnifando cocaína. Además, no sabíamos cómo grabar de la manera que queríamos, por eso volvimos al pequeño estudio (Pathway) donde habíamos grabado nuestro primer EP. Si hubiéramos grabado “Dinosaurs” allí, o en un ambiente más “de directo” como hacían los Milkshakes y los Prisoners, el sonido habría reflejado adecuadamente la energía.

 

Para la grabación del segundo LP “Cryptic…” existe una evolución clara en los sonidos, pero sin perder la calidad compositiva e interpretativa. ¿Cuál fue el hecho destacado que dio lugar a esa evolución en sonidos dentro de The Stingrays?.

Unos meses antes de grabar ese álbum yo había empezado a tocar una batería normal en los ensayos, en vez del estilo Moe Tucker que había utilizado antes, así que eso fue una influencia sobre el curso que tomaron las cosas. Finalmente Joe Whitney se encargó de la batería y yo me pasé a la guitarra para los conciertos (aunque nunca grabamos con esa formación). Creo recordar que estábamos intentando volvernos más melódicos en cuanto a la composición de los temas, pero aparte de eso creo que fue una evolución natural. Se nos ocurrían muchas cosas y teníamos algo más de presupuesto con el que experimentar. Por mi parte, me relacionaba con los Go-Betweens y la gente de Creation , así que algo de eso se pegó, seguro.

 

De «Cryptic and cofee time» vuestro segundo trabajo, destacaría los catorce temas con marca de esplendorosos sonidos de pycho-pop-fuzz y con influencias del garage y del folk… pero tú, Alec, ¿cómo lo definirías desde tu perspectiva de autor? Y en cuanto a las letras, algunos dicen que se trata de uno de los discos más tristes de la historia. ¿Tú qué opinas?

Sí, he oído eso, el “álbum más deprimente del mundo”, ¡ja ja! No recuerdo ser infeliz en aquella época, al contrario, aunque era obvio que estábamos cambiando y quizás nos volvimos un poco más serios. Estábamos pillados entre ser demasiado salvajes y divertidos para los fans del rock “serio” y no lo suficientemente simples para la gente del Klub Foot. Incluso al principio de los Sting-Rays, nunca nos había gustado escribir letras novelty o retro como los Milkshakes, etc – nos gustaba el sarcasmo, y al ser de la generación punk rock, el tema debía tener algún tipo de significado o intención. Así que las canciones evolucionaron un poco hacia lo serio o taciturno. Además, había mucha música más “triste” en aquella época – los Smiths y un millón de grupos siniestros miserables.

 

Ahora se ha reeditado este disco a través de Discos Alehop. ¿De qué manera surgió la idea de rescatar este disco? ¿Se ha vuelto a remezclar o masterizar?

La reedición se debe completamente a mi amigo Murky de Munster. Por suerte las cintas habían sobrevivido y el disco ha sido remasterizado, y el sonido quizás se acerque más a lo que queríamos en aquel momento. Más cálido, menos agudo, lo cual se debe, otra vez, a tener muchas ideas sin saber siempre cómo reflejarlas en la grabación.

 

Pasado años de tu vivencia en The Stingrays y con la veteranía que posees en estos momentos, ¿Ahora hubieras tomado alguna decisión diferente o lo dejarías como lo vivisteis?

Probablemente no habría cambiado el carácter del grupo tan drásticamente, y en vez de ello habría intentado incorporar nuestro anterior estilo a la época de “Cryptic”. Los Sting-Rays nunca fueron populares, por lo que había interés por parte de managers u otra gente que nos podría haber guiado con algo de objetividad. Pero fue una evolución natural, y después de haber diseccionado las carreras de muchos artistas, me parece que es muy difícil planear una trayectoria y conservar tu entusiasmo y creatividad intactos. También está el factor “en el lugar adecuado, en el momento adecuado”, y en los 80 los Sting-Rays realmente estábamos en tierra de nadie. No había un sitio para nosotros en la escena musical de esa época – ¡y tampoco sé si lo hay ahora!

 

Has tocado con diversos grupos y además posees una cultura musical que te permite rescatar excelentes grupos en series de recopilaciones publicadas por Ace Records, Big Beat y otros sellos. ¿Cómo has llevado el hecho de compaginar estas dos facetas culturales?

Van bastante de la mano. Ser músico me ayudan enormemente al comunicarme no solo con artistas sino también con productores, ingenieros, compositores y otra gente de la industria musical. Si no tienen que explicar las nociones básicas sobre cómo se hace música, tienden a relajarse y abrirse. También me proporciona una perspectiva única sobre la trayectoria de un músico o sobre su legado discográfico que alguien que no sea músico puede no reconocer o expresar de manera adecuada. La otra cara de la moneda es que al hacerme amigo de muchos de los grupos o músicos cuyo trabajo reedito, algunos a veces reconocen mi entusiasmo por su música y me invitan a tocar con ellos. Así que en diferentes momentos he sido un Beau Brummel, un Flamin’ Groovie y un Chocolate Watchband – en estos momentos también soy un Powder.

 

Siempre hemos seguido y destacado tu contribución a reediciones y recopilaciones que has realizado para Ace o Big Beat. ¿Cómo trabaja Alec Palao en cada nuevo trabajo que te encarga el sello?

Con una cosa en mente, presentar el material y la historia como a mí me gustaría encontrarlo si me gastase mis euros duramente ganados en una reedición. Soy un caso un poco inusual en este pequeño campo de la industria musical porque suelo hacer todo el trabajo yo mismo, un trabajo que en otros proyectos estaría compartido por varias personas. En la mayoría de los casos, yo propongo el concepto, localizo a los dueños del material y negocio el acuerdo, copio las cintas originales y las edito o remezclo si es necesario, hago entrevistas y escribo las notas interiores, encuentro las imágenes apropiadas y preparo todo para el mastering y el arte. De este modo puedo permanecer en control de las cosas durante todo el proceso y asegurarme de que es fiel a mi visión original, o se acerca. Mi lealtad hacia Ace se debe a que no se me ocurre otro sello que no solo me permita y me anime a esto, sino que se asegure de que las la parte final – mastering y diseño – tenga la misma alta calidad.

 

Otra de las noticias del año es tu participación en el documental The Seeds “Pushin too hard”. ¿Nos puedes hablar de este proyecto?.

Neil Norman, el dueño de GNP Crescendo (el sello de los Seeds), es el director, así que el documental es realmente su visión, pero he intentado asegurarme de que la historia se cuenta con exactitud. La película acompaña a las reediciones del catálogo de los Seeds que he hecho para Big Beat, que requirieron un gran trabajo de investigación, aunque como soy un gran fan de los Seeds eso no me fue difícil. Y por supuesto, realizar entrevistas con gente como Iggy Pop, Bruce Johnston (Beach Boys) y Johnny Echols (Love) fue emocionante. No es el típico documental de rock, ya que la historia, y algunos de los personajes que la protagonizan, es bastante extravagante, cuando menos. Si eres un fan de los Seeds seguro que te encantará, ya que incluye todo el material existente que pudimos encontrar y muchas, muchas fotos. Tuvimos el estreno oficial en Hollywood hace un par de semanas y estuvo muy bien. Uno de estos días les pondré a Jan y Daryl (los Seeds supervivientes) la versión de los Sting-Rays de su tema ‘Satisfy You’…

 

Este año has trabajado en las reediciones de The Seeds y conociste a Sky Saxon. ¿Nos puedes decir que hay de verdad en lo que decían sobre Sky, que detrás de un hombre ególatra había un alma humilde? ¿Qué nos puedes aportar de Sky Saxon?

Mi experiencia con Sky no lo describiría como “humilde”, pero creo que sí tenía un buen corazón. Su comportamiento, incluso antes de ser famoso, indica que tenía un ego de gigantescas proporciones, pero al investigar el material de la película y las reediciones, me di cuenta de que había otros muchos factores que lo hicieron ser como era: su educación mormona, las drogas, por supuesto, y la gente que se pegó a él y constantemente alimentó su ego en cuanto tuvo algo de éxito. De algún modo, creo que Sky fue naïf; nunca intentó ser desconsiderado o aprovecharse de alguien, simplemente creía lo que creía, que su música era maravillosa e iba a traer paz duradera al mundo. Sky era el soñador definitivo. Un buen ejemplo de esto ocurrió la última vez que lo vi, tan solo unas semanas antes de que muriera. Estábamos hablando de su participación en la película y planeando quedar para una entrevista, pero cuando Sky supo que yo tocaba con la Chocolate Watchband, se entusiasmó y me dijo, “por qué no organizamos una gira con vosotros, yo, y los Electric Prunes. Solo tocaremos en grandes estadios y ¡pediremos un adelanto de mil millones de dólares!”

 

¿Para los próximos meses qué novedades en forma de reediciones nos puedes adelantar en estos momentos?

Para Ace/Big Beat, “Ka-Pow!”, una nueva edición de las grabaciones de Powder, con mucho mejor sonido y bastantes temas inéditos. También una colección definitiva de Zakary Thaks, a partir de las cintas originales y con los mixes correctos de sus singles. Tras pasar bastante tiempo en archivos de cintas de Texas, en el futuro próximo habrá varios recopilatorios de garage y psych de Texas de los 60. De los maravillosos archivos de Fame, un recopilatorio de la Fame Gang y un segundo volumen de las maquetas de Dan Penn. En el departamento internacional, “Les Compains Chantent En Anglais”, una colección de grupos franceses de los 60s cantando en inglés.

En cuanto a otros sellos, he estado trabajando bastante con Light In The Attic recientemente, ya que son con diferencia los mejores de entre los nuevos sellos de reediciones americanos, con el mismo compromiso con la calidad que Ace. Lo más emocionante es “I’m Just Like You: Sly’s Stone Flower 1960-70”, un recopilatorio de producciones de Sly Stone de esa época. Sly es un héroe para mí y he tenido la gran fortuna de pasar mucho tiempo hablando de música con él. También estoy trabajando en otros proyectos para LITA de los Kitchen Cinq y una reedición deluxe del álbum “Dixie Fried” de Jim Dickinson. Bueno, si ahora pudiera entrar en los archivos de Zafiro para poder escuchar esos masters inéditos de los Brincos y Juan y Junior…

 

Texto: El Profe

Agradecimientos a Murky Munster Records

 

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