Recuperamos esta este entrevista con nuestro compañero Sergio Martos, cantante de Schizophrenic Spacers, publicada en el número de marzo de este año, a propósito de los dos conciertos que el grupo va a ofrecer en Zaragoza (viernes 30, sala La Ley Seca) y Madrid (sábado 31, sala Cadillac Solitario. Estos conciertos forman parte de las presentaciones del nuevo disco, Riot, un brillante ejercicio de rock clásico adaptado a los tiempos modernos.
Difícil ejercicio este, cuando el entrevistado es amigo personal y colaborador de esta casa. Hasta quien diseña la portada también trabaja con esta revista. Pero lo justo es justo. El mérito donde corresponde. Si Sergio Martos y sus Schizophrenic Spacers fuesen unos completos desconocidos, estaríamos hablando de Riot exactamente de la misma manera. Es un muy buen disco, el mejor que han hecho. Conociendo a su principal compositor, se que Riot no fue un álbum fácil. En el caso de Martos, al peso de su realidad cotidiana, su actividad musical va indisolublemente ligada a su faceta como escriba, y como fan. El eje Alice Cooper – Schizophrenic Spacers- Michael Bruce tiene completo sentido en Riot si se aprecia al factótum de todo esto como una entidad poliédrica.
No hay preguntas neutras. Siempre modifican la realidad. Lo mismo que las experiencias vitales reflejadas en Riot.De las palabras de Martos queda claro de dónde viene todo esto, y que digestión está dejando. Si. La cosa está muy mal, pero alguien tiene que tener las agallas de decirlo.
Riot aparece como más enfocado y menos ecléctico –aunque lo sigue siendo- que los anteriores discos de Schizophrenic Spacers. ¿Estás de acuerdo?
Totalmente. Está enfocado en una temática y eso ha dado cohesión a la obra. Hay saltos estilísticos, pero hay un guión, un nexo en común.
«Predicting a Riot» es una inteligente crítica a la situación actual. ¿Ves realmente opciones de que eso suceda, o es una expresión de deseo?
Todo depende de cuánto estemos dispuestos a aguantar. Mucha gente ha caído, pero el número puede ser mayor en el futuro. Será entonces cuando se cruce la línea.
«House Burning Down» es una excelente elección para abrir la cara B del vinilo. ¿Por qué Hendrix y este tema en particular?
Creo que la fuerza de Hendrix es superior a la de cualquier otro ser humano. Es una especie de gurú espiritual, alguien en quien confío. En «House Burning Down» se pregunta si realmente vale la pena hacer la revolución destruyendo tu entorno; se cuestiona el enfrentamiento entre un pueblo, pero la respuesta tuerce hacia otro lado. Al final hay un personaje del espacio exterior que baja a observar los restos de los cuerpos que yacen en el suelo. Me recuerda a un capitulo de Twilight Zone. Estamos controlados al fin y al cabo.
Las letras de Riot son bastante oscuras en general («The World Is Done When You’re Dead», «Facing The Long Road», «Willoughby» ) ¿Cómo describirías tu estado de ánimo cuando las compusiste? Y en todo caso, una vez puesto esto en música y letra. ¿Cómo te sientes?
Me siento orgulloso, pero me gustaría que hubiese más gente interesada en oír el material. La gestación del álbum coincidió con la muerte de un par de personas relacionadas con la banda de algún modo, y eso se sumó al negativo condicionante cotidiano que vivimos a diario. De cualquier modo, la belleza también desciende de la depresión y la oscuridad.
El riff de «Lottery» es brillante y huele a clásico. ¿De dónde vino la inspiración? ¿Led Zeppelin quizás?
Tenía la melodía vocal en mi cabeza, pero me faltaba algo. Un día empecé a rascar la guitarra y en pocos minutos salió ese riff. Si se parece a Zeppelin no es algo premeditado.
Puede decirse que en Riot, Sergio Martos tiene más espacio creativo y relevancia que su alter ego Lon Spitfire? ¿Cómo manejas eso?
Creo que la mayoría de músicos que suben a un escenario a interpretar algo más que música, tienen un personaje que interpretar. Todos los discos tienen mucho de mi propia personalidad, en todas las canciones hay elementos cotidianos de mi día a día. Quizás en Whips, Freaks & Bones las intenciones sean menos concretas e inverosímiles, pero también es cierto que tenía trece años menos.
La portada de Riot es trabajo de nuestro querido Joaquín Ladrón. ¿Tuviste influencia en el diseño, o le diste libertad creativa? Sin duda, es la mejor portada de todas las de Schizophrenic Spacers.
Le dije que se inspirase en la cubierta de Hell, el disco de James Brown, donde se aprecian varios personajes en diferentes situaciones dentro de un mismo contexto. Creo que ha quedado fabulosa y algo así solo se podía reproducir en vinilo.
Aparte de confeso admirador, ahora eres biógrafo de Alice Cooper. ¿Hasta que punto mantienes apartado al fan de Cooper cuando compones para Schizophrenic Spacers?
Tomo como ejemplo una frase que Alice le dijo a un músico que trabajaba con él en Zipper Catches Skin: no hagas lo obvio. Creo que Alice, o Zappa, o Captain Beefheart, me han enseñado a bailar con más de una sintonía.
Háblame de la experiencia con Michael Bruce. Imagino que tiene que haber sido un sueño hecho realidad para ti.
Fue algo hermoso, muy duro de asimilar una vez pasado. Pasé cinco días en su compañía y en muchas ocasiones me quedaba callado, pensando: «Ostias, este hombre ha escrito todas esas canciones que me han guiado a lo largo de la vida». Lo mejor es que él parece no darle importancia a ese hecho. Eso es lo que distingue a un gran tipo.
Schizophrenic Spacers han hecho tributos a vuestras influencias (Kiss, Van Halen, Thin Lizzy y The Who) ¿Tienes pensado homenajear a otro de vuestros artistas de cabecera?
Si pudiésemos dedicarnos a esto, lo haríamos constantemente. Esa es una de las razones que a nuestro parecer hacen especial a esta banda. En abril empezamos a presentar Riot, pero al coincidir con el 15 aniversario del grupo lo celebraremos interpretando el Who’s Next de los Who en su integridad.
Riot lo habéis hecho mediante crowdfunding. ¿Estás satisfecho de la experiencia con Verkami? ¿Recomiendas esta modalidad a otros artistas?
Absolutamente. Debe saberse que con lo que recaudamos en Verkami solo conseguimos un 50 por ciento de los gastos totales. Creo que hemos ofrecido un buen artefacto a cambio, y el precio era modesto. Hay algún listillo pidiendo el oro y el moro por estampar una galleta en un cd, y eso sí me parece inaceptable. Allá cada cual.
Texto: Daniel Renna
Foto: Nuria Gracia