El interesantísimo Zach Williams lidera con su personal voz y sus composiciones The Lone Bellow, un proyecto que nos visita este mismo mes de marzo y que llegará el día 13 a Madrid y el 14 a Barcelona. Los amantes de la música americana no deberían perderse esta cita ni la conversación que mantuvimos con él.
¿Hablamos de los inicios del proyecto?
Somos amigos hace años y nos trasladamos a Nueva York por la misma razón. Nuestra música fue viendo la luz en el Lower East Side la ciudad. Empezamos a hacer pequeños shows en un garito llamado Rockwood Music Hall y la cosa funcionó. No querría aburrirte más con un montón de datos biográficos (risas), pero eso es lo que en esencia pasó.
Empezasteis como Zach Williams & The Bellow y al final decidisteis suprimir tu nombre ¿por qué?
Todo empezó con una serie de canciones que escribí en un momento difícil de mi vida. La banda era una especie de taller creativo para hacer algo juntos así que parecía tener sentido que estuviera mi nombre porque era muy personal. Pero luego me di cuenta de que eso corrompía los valores de lo que hacíamos juntos
He leído que vuestra música se define como Brooklyn Country Music ¿qué caracteriza ese sonido?
La verdad es que todo era una broma entre nosotros. Nueva York es una ciudad enorme y nosotros veníamos del sur. Enseguida encontramos gente tocando música country, sobre todo en Brooklyn, y nos dimos cuenta de que sin saberlo formábamos parte de una especie de movimiento.
Entonces Brooklyn es una parte importante de vuestra música….
Claro. Es una colección de barrios pequeños en los que acabas conociendo a casi todo el mundo. Es como un pequeño pueblo dentro de una gran urbe. Eso nos ayudó a proteger nuestras raíces country. Además, son gente muy sincera y si algo no les gusta te lo dicen. Eso ayuda enormemente al proceso creativo.
Creo que algunas de estas canciones las escribiste en Mexico ¿no?
Sí, para ser exacto las escribí en un avión camino a Mexico con mi esposa. De ese lote son «You Can Be All Kinds Of Emotional», «You Never Need Nobody», «Two Sides Of Lonely» y «The One You Should’ve Let Go».
Es un disco tremendamente personal ¿te cuesta desnudarte tanto?
Ciertamente sí. Como dices es muy personal y al empezar a cantar esas canciones en público estaba preocupado porque algunas creaban momentos incómodos para mí. Me pasaba especialmente con «Two sides of lonely». Rápidamente y por suerte, me di cuenta de que esos sentimientos eran lo que me conectaba con los desconocidos que oían las canciones y eso ayudaba a crear momentos especiales.
Charlie Peacock se encargó de la producción ¿cómo fue?
Increíble. Él estaba haciendo al mismo tiempo el disco de The Civil Wars y somos muy amigos de todos ellos, así que las buenas vibraciones se intercambiaron. Es un oyente fantástico y tiene una manera diferente de capturar los momentos especiales. Él ya era fan de nuestra música cuando pactamos trabajar juntos y nos dio confianza en nuestras capacidades.
¿Qué diferencia este disco de los tuyos en solitario?
Básicamente trabajar con otros. Hacer cosas con amigos te aporta una paz necesaria y se hace refrescante no tener que tomar la decisión de decir “Zach, esto es una mala idea” (risas).
Eduardo Izquierdo
