Encuentros

Dixie Town, Quemándose vivos…

Dixie-Town

Que el trío vigués decidiera inmortalizar alguno de sus incendiarios pases era cuestión de tiempo. Como ellos mismos aseguran son, esencialmente, una banda de directo. Casi todas lo son, o dicen serlo, pero en Dixie Town este calificativo cobra especial sentido. Su visceral forma de entender el blues, directa a las entrañas, encuentra su hábitat natural, cubiertos de sudor y testosterona, entre las apretadas paredes de un club. Han jugado en casa y se han rodeado de amigos para la grabación de Burned Alive (Gaztelupeko Hostak, 2014). Un registro con sabor a los grandes álbumes en vivo de la dorada década de los setenta pero con la vitalidad y la inmediatez de la actualidad. Pepe Ferrández, cantante y guitarrista, nos relata como se gestó el asunto…

¿Cómo surge la idea de grabar un disco en directo? ¿Cuatro álbumes de estudio ya os obligaban un poco a ello?

Siempre nos había apetecido hacerlo. Somos una banda de directo. De hecho todos nuestros discos de estudio están grabados prácticamente en directo y creo que con el tipo de banda que somos, ya sabes toda la ascendencia setentera y todo eso, estamos muy influenciados por esos míticos dobles vinilos. No era tanto por dar cabida a un repertorio de cuatro discos como por reflejar el gran momento que vive el trio en directo. De hecho cuando se grabó veníamos de girar con Five Horse Johnson y compartir escenario con Robert Cray y apenas unos días después nos disponíamos a hacer lo propio con The Sheepdogs. Además era todo un reto grabar un directo de dos horas y que todas y cada una de las tomas que están en ese disco doble sean de las sesiones grabadas en el propio concierto sin quitar ni poner nada y que el resultado fuese satisfactorio.

Imagino que teníais claro que lo ibais a grabar en casa, en Galiza. ¿La Sala Son de Cangas fue la primera y única opción o barajabais más posibilidades?

La Sala Son viene cultivando un gusto por el rock americano entre su parroquia en los últimos años que nos venía al pelo. Lo  de grabarlo en casa obviamente era por la necesidad de celebrar con la gente que siempre nos ha apoyado ese momento y obviamente la de sentirnos arropados. La verdad es que no se barajó ninguna otra opción. Técnicamente es una sala bien dotada y a pesar de no ser muy grande tiene un amplio escenario de madera cómodo para trabajar tantas horas y dar cabida a todos los invitados. Tenía lo bueno de una sala grande y lo bueno de una sala cálida de no gran tamaño para sentir el calor de la gente. Es sin duda una gran sala con una gran programación.

Numerosos invitados aparecen tocando junto a vosotros en el concierto. ¿Era esa la idea inicial o surgió sobre la marcha? ¿Por qué esos y no otros?

Sí, era la idea inicial. Otro de los motivos que nos llevó a hacer este disco es celebrar el gran momento en cuanto a músicas americanas que vive la escena gallega y esos invitados son un extracto muy significativo de bandas que nos gustan o nos han gustado. Sugar Mountain, The Soul Jacket, High Sierras, Los Reyes del KO, La Bakin’ Blues Band y nuevos talentazos como Laura Solla. Nos hubiera gustado invitar a más gente pero al fin y al cabo el disco también tenía que reflejar en muchos momentos la esencia del trio. Contaremos con gente que se quedó fuera en la presentación de la Iguana, aunque incluso ahí no estarán todos los que nos hubiese gustado por diversos motivos. Gente de Moon Cresta, Pedrito Diablo, Moondogs Blues Party o Los Eternos.

 Elegir el repertorio supongo que fue otro gran debate interno… ¿Llegasteis a un acuerdo sin tiraros de los pelos? (Risas)

No hubo mucho debate la verdad (Risas)…Como la intención principal era reflejar un momento en concreto de la vida de Dixie Town, hicimos prácticamente lo que veníamos haciendo en gira añadiendo media hora extra de clásicos del blues y temas que hacía tiempo que queríamos recuperar.

Sobre las versiones te quería preguntar… Son «Messin’ With a Kid», «Rollin’ & Tumbling», «That’s Allright» y «The Hunter». ¿Las teníais claras asimismo?

Todas ellas son versiones que ya están en nuestros primeros discos y forman parte de nuestro aprendizaje como grupo. Debían estar.

Mezclado y masterizado por Joaquín Torres. Un tipo experimentado que ha trabajado junto a notables artistas. ¿Contentos con el resultado?

Joaquín es un todoterreno, un musicazo  y un sabio. A pesar de que no es un tipo que por sus trabajos se pueda vincular mucho a la música americana es un enamorado de ella y como viene siendo habitual en la elección del productor que nos acompaña siempre hay ganas de desconcertar y de apostar por propuestas no tan obvias. Personalmente tengo una gran amistad con él y he podido pasar mucho tiempo en su estudio disfrutando con ese templo de artículos vintage y escuchando historias increíbles que forman parte de su dilatada experiencia. Y por cierto gracias a  él tengo entre mi colección de vinilos algunas joyas de Clarence Gatemouth Brown o Lonnie Mack. Sí, muy contentos con el resultado, ha sabido captar y transmitir perfectamente la intensidad y el calor que hubo allí aquella noche.

Primer disco vuestro que aparece bajo el reputado sello Gaztelupeko Hostak. Todo un referente del blues nacional y europeo. ¿Cómo llegáis a trabajar con ellos?

Nuestro último disco en estudio, O Furacán (2012) ya estuvo a punto de salir con ellos. Para nosotros es una maravilla ver como en estos tiempos hay sellos que siguen apostando por algo que consideran de calidad si tener en cuenta altas cuotas de popularidad. Muy agradecidos y honrados a Xarra y Úbane por dejarnos formar parte de tan ilustre escudería (Cápsula, Los Reyes del KO, Los Coronas, Edu Manazas…)

Lo han editado en formato doble compacto… ¿No os gustaría verlo editado en vinilo ahora que parece que todo el mundo lo recupera?

¡Ay! ¡Ya está la noticia! ¡Tienes una primicia! El disco estará en una cuidada edición en vinilo disponible en unos días. Edición sencilla con código de descarga de las dos horas de concierto y con un gran despliegue fotográfico con las magníficas imágenes tomadas por Aitor Nova. Nos encanta el vinilo, ¿cómo no lo íbamos a querer editar así?.

La leyenda rockera sobre los discos en directo tiene dos vertientes. Una, se acabaron las ideas. Dos, final de una etapa e inicio de otra. ¿Cuál es el caso de Dixie Town? (Risas)

Nosotros sacamos disco cada dos años. O Furacán salió en diciembre de 2012 pero a todos los efectos es un disco de 2013. Burned Alive sale sólo un año después y os aseguró que en 2015 habrá disco nuevo. Ya al acabar la grabación de O Furacán había un montón de canciones compuestas para otro disco. Creo que no hay tiempo suficiente para decir que nos estamos quedando sin ideas, ¿no? (Risas). En nuestro caso no es por ninguna de las dos razones que planteas si no por todas las anteriores. Aunque si es cierto que el disco próximo tendrá de nuevo cosas que no se conocían de Dixie Town y una producción de nuevo distinta.

Y ahora, para terminar, estaréis inmersos en la ardua y dura tarea de cerrar fechas para poder presentarlo. ¿Cómo ves el panorama? ¿Tan mal como siempre? ¿Igual? ¿Peor?

Pues este año por primera vez nos hemos plantado y por diversas razones personales no podemos arriesgarnos a salir de gira sin garantizar volver con algo en los bolsillos por lo que la cosa se pone más difícil y de momento sólo estamos orientados a los festivales y fechas rentables por alguna u otra razón. Supongo que es la única manera de progresar aunque va a ser duro no salir tanto de bolo al principio. Y sí, la cosa sigue aún más jodida.

Manel Celeiro

Próximos conciertos:

27de marzo La Iguana Club, Vigo.

29 de marzo Fraggle Rock, Santiago de Compostela

19 de abril. Gruta 77, Madrid (con Pedrito Diablo y Los Cadaveras)

7 de junio. Festival La Granja Rock, Daimiel.

 

 

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