Llevan sombreros, capas, chalecos, botines y dan un poco de miedo, pero detrás de ese look terrorífico se esconden algunos veteranos de la escena barcelonesa. Ahí están Foll, el bateria de The Meows, Xavi el bajista ex Els Trons y hace un tiempo en The Meows también, Edu de Dirty Rockets al saxo, Ramon a la voz y Marc Argenter que ha militado entre otros en Flashback V, Els Trons y The Confidents. Presentan un jugoso Ep para Jaguar Records, el sello de Victor Monterrey de Valencia al que ellos definen como “el Dimoni de Benimàmet”, a quien están muy contentos de haber vendido su alma. Dos temas propios y dos adaptaciones que podéis escuchar también en elsmorts.bandcamp.com. Nos cuenta un poca la historia.
-¿Cuándo empezó este proyecto?
Els Morts somos cuatro cadáveres incorruptos y peripatéticos que acompañamos musicalmente a Mossén Bramit Morera, un no-muerto vociferante y colérico procedente de Oliva (Valencia) y que lleva desde finales del siglo XIV sembrando de perfidia y sangre inocente los territorios de la Corona de Aragón, incluidos Nápoles, Sicilia, Atenas…
¿Dónde habéis grabado el disco?
Lo grabamos con Basement Noise (busquen en facebook) de Lluís Torralbo y Josep Mª Arroyo, que tienen un muy buen equipo para que los grupos graben cómodamente, en su propio local de ensayo.
Diseño increíble, ¿quien es el artífice?
El diseño sale de dentro del grupo, del guitarra Marc Aaarghenter. Es lógico ya que consideramos que la estética es también mensaje! Las fotos son del gran Ran-El Cabrera y tienen mucho mérito porque los vampiros no suelen hacer reaccionar el nitrato de plata.
-Hay mucha influencia de los 50 en vuestra música, también frat-rock, surf, instrumentales… qué opináis?
Pretendemos celebrar la truculencia aborigen, la crónica negra autoctona, el tenebrismo catalán y valenciano. ¿Qué mejor vehículo para hacer llegar a la juventud nuestro mensaje que estos estilos, los más crudos, vitalistas y divertidos? Además es que hay toda una tradición anglosajona que nos inspira y avala. Canciones de las que es un placer apropiarse adaptándolas a nuestra idiosincrasia. Para homenajear al verdugo Nicomedes Méndez –un enamorado de su profesión que ejerció en la Barcelona del cambio de siglo del XIX al XX- o en la envenenadora de Valencia era muy difícil no pensar en Screaming Lord Sutch, que es un referente ineludible. Y en los Sonics o en los Cramps…
Escuchando las canciones hay una cosa curiosa, la intro de ”Nicomedes” es calcada al “Peek a Boo” de The Cadillacs, popularizada entre otros por The Rubinoos, ¿era intencionado?
Eso es una fanfarria de opereta que Mossén Bramit asegura haber escuchado en un cabaret de Russafa en tiempos de la II República y que ha pervivido en muchas otras canciones: “Strychnine” de The Sonics, “I dig girls” de JJ Jackson o “Jack the Ripper” de Lord Sutch…
¿Seguireis mezclando en un futuro instrumentales y temas cantados?
Las letras son fundamentales en este grupo, la columna vertebral del concepto de retromacabrismo indígena que trabajamos y que también llevamos al terreno estético, escénico, al merchandising, a la edición de una «hoja parroquial» para los conciertos… Y el hecho de hacerlas en valencià, que es una lengua en la proporcionalmente se ha hecho muy poco rock’n’roll nos proporciona el placer de los pioneros, de los exploradores: cuando ves que una palabra o una expresión, que seguramente no había aparecido nunca en una canción, encaja perfectamente en la actitud y en la estructura musical del rock’n’roll… pues te recorre un escalofrío de goce atávico que remueve a Ausias March en su tumba de la catedral de Valencia. Por otro lado, las cortinillas instrumentales ayudan a organizar el show y colaboran con el alto ingrediente teatral que pretendemos integrar en él.
¿Qué proyectos tenéis por ahora?
Aparecer allí donde se nos invoque por ouija o akelarre y darnos a conocer como un grupo que –entre los cien mil grupos molones que hay actualmente- ofrece un plus de teatralidad y elegancia. Queremos tocar mucho. Por ahora los directos han sido en Barcelona en el Awam-Ba-Buluba Club, en el Aplec Modernista de Ponent en Lleida, enl el Wah Wah de Valencia, y al Mossén le hace especial ilusión en el festival Roctopus, en septiembre en Toledo, cuna de nuestro compadre José Zorrilla y del acero de nuestros cuchillos favoritos. Aparecernos en la Castilla imperial nos hace recordar a sant Vicent Ferrer, que recorrió Europa seguido de una multitud de flagelantes ensangrentados predicando en valenciano y todo el mundo lo entendía. Porque el rock’n’roll y el miedo son universales! Vamos poniendo lo que va saliendo en nuestra página de facebook: facebook.com/elsmorts
Joan Soriano