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Coque Malla. Joy Eslava

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Viernes por la tarde. Madrid. Por fin buen tiempo. Joy Eslava. Y claro, Coque Malla. Mezclar esos ingredientes tenía toda la pinta de que iba a ser un cóctel cojonudo. Y, efectivamente, lo fue. Punto. Aquí se podía acabar esta crónica pero afortunadamente para mí no es así porque tengo que rememorar lo vivido en  el recital de polifacético Mr. Malla.

Empiezo por el principio. Salió al escenario con quince minutos de retraso de rigor, repeinado, con traje y fular a lo Bunbury y, sin saludar, empezó a sonar “La Carta”.  Y después “Mi asesina”, con esas frases brutales recitadas de corrido. Y luego “Siempre junto a ti”. Y a continuación “Puede ser”. Y “Berlín”. Y ahí se cayó el estadio. Todos cantamos. Todos bailamos. Y Coque por fin nos saludó. Nos había ganado ya. La banda sonaba cual motor de Rolls Royce. Charlie Bautista a la guitarra es de lo mejor que se puede ver sobre el escenario patrio.  Maneja su Gibson como todos quisiéramos manejar a una mujer.  Mac Hernández al bajo muy bien. Y Gabriel Marijuán a la batería me recordaba al Niño Bruno de los conciertos de Calamaro en su gira española después de haber publicado “Alta suciedad”. Con eso lo digo todo.

Coque se dejó el alma en “Termonuclear”. Bailó con “Lo intenta”. Se rió con “Una moneda”. Por cierto,  estos tres temas los compartió con tres voces femeninas (una cada canción) que había seleccionado entre varias aspirantes que habían mandado videos por internet. Casualmente las tres eran tías buenorras. Coque, yo hubiera hecho lo mismo.

Y la fiesta siguió y siguió hasta que todos, repito, TODOS, cantamos “No puedo vivir sin ti”. Y seguimos con “Hasta el final” y culminó con una pedazo de versión de “Baby i love you”, de The Ronettes, acompañado (de nuevo) por las tres voces femeninas, esta vez todas juntas. Y ahí se despidió para terminar con dos bises, a razón de “El barco” y “Despierto”.

El ex Ronaldo está viviendo un momento cojonudo después de varios lustros de turbulencias y lo que nos corresponde es acompañarle. “Mujeres” es un disco de una elegancia brutal y Coque lo sabe y lo explota. Y eso es lo que ocurrió en el concierto.

 ¿EL único pero? Que tocó una hora y cuarenta minutos en lugar de tres.

Pepe Maza

2 Comments

  1. no se te ha ocurrido que quizá ha seleccionado a las chicas por su talento??? porque voz no las faltaba…

  2. una pena habérmelo perdido. Berlín es una canción perfecta. Da gusto leerte Pepe

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