Gran expectación ha despertado esta gira peninsular del cuarteto de Maryland. Entradas agotadas en Madrid y Barcelona, y lo cierto es que tampoco es para menos, tras más de dos décadas de coherente carrera el combo se encuentra en un momento óptimo como banda y además traen bajo el brazo uno de los grandes discos de este año; el enrabietado y contundente Earth Rocker. Además también era la primera vez que se les podía disfrutar en las distancias cortas, ya que sus visitas a la piel de toro siempre habían sido en el marco de festivales como Azkena o Sonisphere. Así que tiene toda la lógica del mundo la expectación desatada, y ciñéndonos a lo presenciado en la ciudad condal se puede afirmar que las susodichas expectativas fueron colmadas. Setenta y cinco intensísimos minutos donde este embrague fue pisado a fondo, y las treguas fueron inexistentes para el respetable. Como es habitual en ellos la imagen y la pose contó como muy poco y dejaron que sus intensas tonadas hablaran por ellos. Inteligentemente le dieron bastante cancha a su última obra, de la cual sonaron especialmente gozosas la inicial «Earth Rocker» y la rítmica «DC Sound Attack!», aunque el delirio general se desató cuando acometieron clásicos básicos de su discografía como «Electric Worry» o la sureña «The Regulator». Una sudorosa y emocionante velada donde el combo mostró con creces su soberbia madurez y donde brilló sobremanera el vocalista Neil Fallon, a tope de facultades con sus maneras heredadas del hardcore. Desafortunadamente la única mácula fue el sonido, que fue de menos a más, y le quitó cierto mordiente a una banda que salió a por todas, de no ser por esto seguramente hubiéramos tenido que recoger nuestros sesos desperdigados por el suelo tras semejante exhibición sobre las tablas.
Xavi Martínez
Foto: Lluis Sendra
