Encuentros

The Widowbirds, pura composición orgánica

El año empieza bien. The Widowbirds son una de esas bandas que prometen incendiar los escenarios de todo el país con una gira que los llevará el 11 de enero a Barcelona, el 12 Castellón, 13 Orihuela, 15 Madrid, 1 Cangas, 17 León, 18 Santander, 19 Barakaldo, 20 Zaragoza y 21 Monzón. Vienen de Australia pero su música tiene mucho del rock americano y británico de los 70. Su cantante, Simon Meli, al que muchos recordarán de su paso por Ooh La La, es un auténtico portento que recuerda a partes iguales a Rod Stewart, Chris Robinson o el Mike Farris de los Screamin’Cheetah Wheelies. Hablamos con él de la gira que empieza en breve.

 

 

 

Tengo que empezar hablando de Ooh La La ¿qué diferencia lo que haces ahora con tu trabajo en aquella banda?

Hay mucha diferencia en nuestra opinión. Shenandoah, que es el disco que venimos a presentar fue construido a partir de pura composición orgánica, sin una agenda preconcebida. Sin planes de escribir ni siquiera un álbum. Escribíamos las canciones desde el corazón y el intestino. El instinto de Shenandoah es independiente del resultado sonoro. Aterrizó en vena. En cambio los discos de Ooh La La recogían lo que hacíamos entre varios EPs y nos visualizaba más como intérpretes que como compositores. Shenandoah es como nuestro vino añejo y las canciones de Ooh La La eran más robustas y salvajes, como el vino de una botella sin etiquetar.

¿Qué pasó con Ooh La La?

Hicimos un duro trabajo. Partíamos de querer hacer algo a lo Led Zeppelin más duro. En los mejores tiempos era rock and roll sudoroso. Trabajamos duro el mercado australiano y agotamos el crecimiento de la banda en cuatro años. Era el momento de tomarnos algo de fiesta.

La gente opina que, a pesar de tu música, eres básicamente un cantante de soul ¿estás de acuerdo?

¡Claro que estoy de acuerdo! Pero no en el sentido tradicional. Soy un cantante de soul porque canto desde el espíritu. No has de ser perfecto, ni cantar de la misma forma cada vez, sino que has de dar tu corazón y tu espíritu en cada canción.

Define Shenandoah en pocas palabras.

Shenandoah es puro tío. E sun disco agradable hecho por unos tipos de Australia que viven una vida sencilla, rica en amistad, inundados de camaradería, sin lujos. Hemos escrito de la vida, amores, sueños. Nuestro primer disco nos representa. Tenemos muchos años para crecer, desarrollar y nutrir nuestro sonido, peor me siento orgulloso de lo que ya hemos conseguido. Nosotros mismos lo construimos y nos las arreglamos para salir adelante. Hacer discos es una experiencia en sí misma, por lo que en el siguiente seremos algo más sabios gracias a Shenandoah. Tú tienes una hija y la amas incondicionalmente, seguro. Shenandoah es nuestro primer hijo ¡y estamos listos para tener otro!

Las influencias de The Faces, The Black Crowes o Frankie Miller son evidentes ¿no?

Por supuesto. Tienen una gran influencia en nuestra forma de componer y nuestra puesta en escena. Su música tiene que ver con los no adaptados y la bohemia del rock and roll, ética que los Widowbirds también han adoptado. El soul & Roll es peligroso!

Pero te veo más influido que ellos por sonidos acústicos ¿no?

A primera escucha puede parecer así para el oyente, pero desde que nació el disco, al irlo tocando, todo ha ido cambiando. Hemos hecho muchos festivales y conciertos que han evolucionado el sonido. El álbum fue escrito con guitarras acústicas, un buen lienzo para comprobar si la composición ha funcionado, y me parece que ha sido el hilo conductor posterior. Sólo hay una guitarra acústica en el escenario cuando tocamos, el resto de la banda es completamente eléctrica, incluso con un Hammond. 

¿Son los 70 la mejor etapa del rock and roll?

Bueno, el rock and roll ha cometido errores a lo largo de todos los años. ME gusta también el rock and roll de los 60, pero honestamente creo que estoy de acuerdo en que en los 70 surgieron las bandas más grandes. 

Explícale al público español qué va a ver.

Cuando vas a un concierto de Widowbirds ves a cinco tipos caminar hacia el escenario. Uno alto, guapo y gallardo (risas). Habrá momentos de rock clásico, baladas, momentos de erizar la piel o en los que se puede oir un alfiler caer al suelo. Son shows muy dinámicos, las canciones dan la vuelta al techo y se escabullen por el suelo alrededor de tus pies. Las sientes en tu regazo y te golpean el alma.

Eduardo Izquierdo

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