Encuentros

Mavis Staples, que el mensaje cale hondo

La dama no descansa. Lleva, según nos recuerda, 62 años -¡toma ya!- en los escenarios, pero con los tiempos que corren tener a Mavis Staples todavía dando guerra es un placer y, en buena medida, también una necesidad. La voz principal de los Staple Singers recala esos próximos días en España para cantarnos las canciones que Jeff Tweedy le produjo para You Are Not Alone (un disco que le conllevó su primer Grammy) y las que, hace medio siglo, se convirtieron en banda sonora de la lucha por los derechos civiles en Estados Unidos. Tanto si la vieron hace un año como no, tomen nota: 4 de noviembre en Barcelona (Apolo, con Dayna Kurtz de telonera, dentro del Festival de Jazz), 6 de noviembre en Santiago (Auditorio de Galicia) y 7 de noviembre en Madrid (La Riviera, junto a Lee Fields). Tras dedicarle la portada de nuestra edición en papel hace un par de años, Mavis vuelve a Ruta 66.

 

 

 

Está haciendo muchos conciertos. De hecho, esa es ya la segunda vez que la gira de You Are Not Alone pasa por España…

Si actúo tan a menudo es sencillamente porque la gente me lo pide. Llevo 62 años cantando y la gente, increíblemente, todavía quiere oír a Mavis Staples, así que ¿como puedo negarme? Estoy agradecida y me siento como la persona mayor más feliz del mundo. Las sonrisas de la audiencia, alguna que otra lágrima de felicidad… ¡todo ello representa un gran aliento para seguir adelante! Mientras me queráis escuchar y yo, naturalmente, pueda cantar, ahí me tendréis. ¡Es una bendición! Créeme que hay muchos colegas que no pueden cantar porque lamentablemente nadie los llama. Solo hago el trabajo que Dios me pidió que hiciera. Cuando Pops, mi padre, me insistía para que ensayara, una cosa que al principio no me gustaba demasiado, recuerdo que me advertía: «Mavis, si no utilizas la voz que Dios te ha dado, no te quepa la menor duda que te la quitará». ¡Y yo me asustaba! Desde entonces, fui siempre la primera en llegar a los ensayos.

¿Que tal se encuentra de voz? ¿Como la ha tratado, el paso del tiempo?

Cuando más vieja, más se fortalece. De todos modos, no creo que haya cambiado excesivamente desde que era pequeña. Siempre la he tenido fuerte y potente, lo que me comportó unas cuantas peleas en la escuela. Me decían que tenía voz de chico y, claro, ¡no me gustaba! He heredado esa voz de la rama materna de mi familia. Mi madre, y mi abuela, tenían una voz muy contundente. La de Pops era todo lo contrario. Bob Dylan dijo una vez que la voz de mi padre era de terciopelo azul y que la mía era más áspera. Nunca he tenido un profesor, nunca he tomado clases. Es el regalo que Dios me ha dado.

¿Como la cuida?

Miel, nada de limón, y a descansar. Mahalia Jackson me enseñó a cuidarla, fue ella quien me insistió que no fuera en ningún sitio sin un jersey, cosa que hago desde entonces. Nunca lo he olvidado. Mi hermana Yvonne me dice constantemente que hablo demasiado alto, que no la cuido como debería. Insiste tanto que a menudo le digo: «¡Déjame a solas, Yvonne, por favor!»

Recuerdo a Yvonne, el año pasado en su concierto en Sant Feliu de Guíxols, diciéndole entre canción y canción: «tómate tu tiempo, Mavis, tómate tu tiempo». Es como si la acompañara a bajar de otra dimensión.

(risas) Sí, a menudo me dice: «sin prisas con esta canción, Mavis, que cale hondo su mensaje». Cuando la oigo, me retiro atrás en el escenario y me tomo mi tiempo. Está bien que la familia cuide de ti. Yvonne me conoce mejor que nadie.

¿Cree que hay hoy en día muchos cantantes cantando sobre lo que usted canta? Orgullo, justicia, hermandad…

Durante un tiempo fuimos los únicos, no cabe duda. Pops se enteró que Curtis Mayfield escribía poesía con trasfondo social y poco después lo oímos cantar aquello de “we can to move on up, we can to move on up”. Fue sensacional, algo muy importante, nos empezamos a sentir acompañados. A muchos jóvenes de hoy se les hace realmente imposible imaginar como fueron aquellos tiempos junto a Martin Luther King. Es una de las razones por la cual, en los conciertos, no me olvido nunca de muchas de aquellas canciones. Todavía tengo la necesidad de mostrar a la gente de donde venimos. Sí que hay cantantes de ahora que cantan canciones «con mensaje», pero en ningún caso freedom songs como las que hacíamos nosotros. En determinados aspectos, pues, me siento como si tuviera en mis manos una llama que no se debe apagar.  Al congresista John Lewis [uno de los seis líderes del movimiento de lucha para los derechos civiles] todavía se le oye en según que discursos, es verdad. Pero, aún así, es un poco triste. Nada de eso se enseña en las escuelas. Cuando hice aquel disco junto a Ry Cooder [We’ll Never Turn Back, 2007] insistí que debíamos llevarlo a las escuelas y cantarlo, contarlo.

¿Que le preguntaban los niños?

Me preguntaban con que frecuencia veíamos al Dr. Martin Luther King, y les contaba: «cada noche, hijo, cada noche, ya que nosotros cantábamos justo antes de que pronunciara todos esos discursos históricos». Fue muy inspirador. No hablaba mucho con nosotras, las chicas; siempre lo hacía con Pops. Pero de vez en cuando venía y nos decía: «¿que tal estáis hoy, chicas?», y le respondíamos: [voz aniñada] «Estamos bien, Dr King, estamos bien». «Why Am I Treated So Bad»era su canción favorita. Siempre se aseguraba que la cantáramos. Después de vivir todo aquello, cuando Obama ganó las elecciones no hice mas que gritar y gritar.

¿Para cuando el segundo disco junto a Jeff Tweedy?

En enero volveremos al estudio y acabaremos nuestro segundo disco juntos, con el que empezamos a trabajar hace unos meses. No te puedo contar mucho más. Eso sí: será bueno y te gustará.

 

GUILLEM VIDAL

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Contacto: jorge@ruta66.es
Suscripciones: suscripciones@ruta66.es
Consulta el apartado tienda