El regreso a las tiendas especializadas de Masson, dibujante a quién muchos de ustedes recordarán por Sopa Fría, llega de la mano de una trama aparentemente ligera que no lo es tanto. La fijación casi enfermiza de un tipo por la chica a la que ha conocido a través de un foro virtual no es un punto de partida excesivamente original, cierto, y las dudas que este tipo de “citas a ciegas” comportan parecen conducir a una comedia de tono superficial y escaso calado.
Los autores, no obstante, logran conducir (en sinuoso zigzagueo) a los protagonistas hasta ese punto en el que la cotidiano te invita a reflexionar. No es cómic de múltiples lecturas, ni parece buscarlo. Pero sí lectura hasta cierto punto inquietante, sin previsible final feliz (cosa que se agradece sobremanera) y lenta digestión. Dibujos esquemáticos e hilo argumental esquemático para una de esas novelas gráficas que no se leen una sola vez.
ALFRED CRESPO