Jazz Festival La Defense, Paris
Tiempo de ocio en Paris, apurando las horas que faltan para el concierto del gran Tom Petty en la capital francesa. Voy a dar una vuelta por la puerta del Rex, hago amistad con unos franceses extrañados de ver a tanto español por allí deambulando. Me preguntan por qué no ha tocado en Barcelona o alguna ciudad española. Le cuento que The Who cancelaron en Barna por falta de venta de tickets, con Pretty Things hace poco fuimos un centenar de espectadores y que Beach Boys que actuarán pronto llevan vendidos pocos tickets. Los tipos se quedan extrañados, pero lo mejor de todo es que me chiva un concierto que se celebra ese mismo día, al mediodía. Se trata de un Festival gratuito y al aire libre en el barrio de los negocios francés. Allí nos dirigimos rápidamente, además tenemos la gran suerte de que toca el fabuloso Charles Bradley. Otros días lo harán De La Soul, Cody Chesnutt o figuras como Mccoy Tyner.
Abrió la dinámica Gizelle Smith y sus Mighty Mocambos, cercana al deep-funk, la británica animó la fiesta con un sonido limpio y mucho más comercial que lo que vendría después, con un estilo claramente destinado a la pista de baile. Los seguidores de los italianos Link Quartet la recordaran, pues giró con ellos una temporada y llegaron a editar algo juntos.
Entre oficinistas encorbatados, banqueros en su tiempo de descanso o parón para comer (las 13 h), bajo un sol abrasador llega una intro de The Extraordinaires que presentan a Bradley al puro estilo James Brown. Con una chaqueta roja con sus iniciales bordadas en tonos plata, el tipo se desgañita cosa fina mientras nos presenta varios cortes de su último disco Not Time for Dreaming, tema además que sirve para hacer bailar a los variopintos personajes reunidos allí, (rockers teenagers, la cocinera de 300 kilos con gorra de los San Francisco Giants que se mueve cosa fina, turistas despistados, etc.). El hombre lo siente de verdad, se deja la piel en cada tema. Es de lo mejorcito actualmente junto a sus compañeros en Daptone Records, Sugarlee Fields y Sharon Jones (la reina indiscutible) del soul y funk. Baladas como«I Believe in your Love», «Lovin you, Baby», «How Long», «I got toL love» y una chulísima versión del clásico de Atlantic «Slip Away» de Clarence Carter dan paso a otro momento instrumental conducido por el teclista Will Schalda y su Hammond B3 y segundo cambio de vestuario de Charles, ahora con chaqueta gris y una nueva ración de canciones soulies y “movimiento sexy” para partirse la caja de risa. Punto final, el sesentón baja al publico, se abraza a sus seguidores y casi le entra el lloriqueo al hombre. No se si es ficticio o real ese momento, pero este tipo realmente es un pasote. No dejes de verlo si se acerca a tu pueblo.
Joan Soriano