Mucho tiempo ha pasado desde que en 1989 Los Huéspedes Felices dieron sus primeros pasos. En todo este tiempo, los cambios de formación no han conseguido acabar con la carrera de una de las bandas más interesantes del pop-rock nacional. 23 años que no han conseguido hacerles perder la ilusión por aquello que hacen mejor que nada: componer buenas canciones e interpretarlas con maestría.
Seis de esas canciones, sólo seis, son las que componen este disco publicado el año pasado y que los muestra en esa tensa madurez que otorga el paso de los años. Como el buen vino, saben mejor que nunca. El rock psicodélico se ha adueñado definitivamente de su proyecto y canciones como «Explorando Nuestra Mente» son un ejemplo plausible de tal afirmación, llena de riffs cósmicos, voces extrañas y un theremin que puede llevarte a las puertas de un manicomio. No le hacen ascos a las versiones, Procol Harum se llevan la palma aquí, ni a los homenajes: implícito a George Harrison en «Brilla» y explícito a Miguel Ángel Villanueva en «Canción Triste», quizá lo mejor del lote. Aunque siendo tan cortto ¿para qué perder el tiempo escogiendo?
Eduardo Izquierdo