Encuentros

Neal Smith, Que Le Besen El Culo

Para los fans de Alice Cooper, la banda, sus cinco miembros eran igual de importantes. Es una de esas bandas que no puedes imaginar sin ninguno de sus integrantes originales, porque todos eran piezas básicas en ese gigantesco monstruo que asoló el mundo del Rock hace más de cuarenta años. Las credenciales de Neal Smith hablan por si solas: ha sido uno de los baterías con mejor imagen, creó una de las introducciones de batería más alucinantes de todos los tiempos («Billion Dollar Babies») y compuso a solas canciones que perduran en el tiempo («Hallowed Be My Name», «Alma Mater», «Teenage Lament’ 74»). Después del fallido intento que supuso la banda Billion Dollar Babies –junto a Dennis Dunaway y Michael Bruce del ACG; grabaron un muy buen trabajo, Battle Axe, en 1977–, Neal se alejó de la música para dedicarse al negocio inmobiliario en Connecticut, donde vive desde hace décadas. 

 

No fue un retiro definitivo. Hubo algunas cosillas aquí y allá. La década de los ochenta le vio colaborando con Buck Dharma (Blue Oyster Cult) en el álbum Flat Out; grabó también todas las baterías en el apocalíptico Beyond The Valley Of 1984 de los Plasmatics. Pero su propio proyecto, Deadringer, fracasó miserablemente, dejando atrás un disco, Electrocution Of The Heart, que es mejor olvidar. Los noventa fueron incluso más discretos. Destaca solo el hecho de que se reunió en diferentes ocasiones con sus antiguos comparsas de banda (Mike, Dennis y Glen Buxton) para ofrecer conciertos nostálgicos en pequeños clubs. Sin embargo, el nuevo milenio supuso un nuevo renacer artístico para nuestro protagonista, y desde entonces han sido siete los trabajos discográficos en los que se ha visto involucrado de forma directa. Acabó de dar forma a Platinum God, su primer disco solista que debió aparecer en 1975. Formó tándem con Dennis Dunaway y Joe Bouchard de Blue Oyster Cult, en Back From Hell (2001) y el directo Live In Paris (2003). Se dedicó a experimentar con el proyecto Cinematik, con los que grabó otro par de álbumes. Y dio forma a un altar ego, Killsmith, en el que él es el autentico protagonista. El primer trabajo, Sexual Savior (2008), sorprende por su crudeza, por ser tan poco sofisticado, tan bruto y tan cerdo. Es uno de esos discos que, en años pasados, hubiese sido censurado de la primera a la última canción. Un verdadero escándalo. Era lo mínimo que podíamos esperar del batería de Alice Cooper. ¿Me gusta el álbum? Definitivamente; es un disco adictivo, que sorprende en su confección. Canciones como «Disturbed», «Monsters In The Attic , «Beware Of The Dog», o el tema título, tienen predisposición a formar parte de una noche guarra y salvaje. Neal canta de forma tan desagradable que no se me ocurre una mejor forma de ahuyentar a un visitante inesperado en casa, que pinchando este disco. Killsmith Two (a la venta en su web, www.nealsmithrocks.com) da continuación a este nuevo proyecto, y aunque los textos sigan siendo cáusticos y provocativos, el sonido del álbum se acerca mucho más a los patrones clásicos del Rock tradicional. De todo esto y mucho más hablamos en la conversación que van a leer a continuación. Señoras y señoras, con todos ustedes, el inimitable Neal Smith.

Cerré esta entrevista con Neal el día en que los Sonics actuaban en la sala Salamandra de Hospitalet. Dos días después Neal recordaba ese detalle con curiosidad.

¿En que tipo de local tocaron los Sonics en Barcelona?

Un gran club, con una capacidad para 500 personas aproximadamente.

Es mucho mejor eso que los shows de estadio. Definitivamente, es una experiencia diferente. La mayoría de gente que asiste a un estadio va a la aventura, a disfrutar del evento, sin atender, en muchas ocasiones, al artista que hay en el escenario.

Se interrumpe la conexión telefónica misteriosamente…

Hace un tiempo entrevisté a Jack Bruce y la línea telefónica se cortó tres o cuatro veces. El tipo era educado y paciente, afortunadamente.

Conocí a Jack en los sesenta, era un gran tipo. Cream son una gran influencia, me encantaba Ginger Baker.

Tu tocada es muy percusiva, como la de Ginger.

Me gusta mucho jugar con el sonido de los timbales, hacer que el tempo caiga como un efecto dominó. Ginger fue toda una inspiración en ese sentido.

Hay muy buenos bateristas en el Rock si hablamos de técnica, pero ya no hay tipos como tú o Ginger. Tipos que sean capaces de crear una melodía reconocible con su instrumento.

Creo que se hecha en falta la creatividad; añoro a gente como Mitch Mitchell. No hay nadie que toque como él. O Keith Moon. Antiguamente los bateristas tenían una firma, un sonido único. Supongo que hoy en día hay también bateristas con su propio estilo, pero no tantos como solía haber. Creo que lo importante en un baterista es trabajar a favor de la canción. La regla principal es mantener el tempo. Y en segundo lugar: debes escuchar la canción y ella te dirá que hacer.

Las lecturas de Keith Moon eran realmente sorprendentes.

Keith, como baterista, estaba en otra dimensión. Le vi tocar en tres o cuatro ocasiones. Hicimos algunos shows con los Who y mi única respuesta a lo que hacía, era sentarme a un lado del escenario y reírme. No podía creer lo que este tipo estaba haciendo con su instrumento; era como Jimi Hendrix con la guitarra. Mi única reacción era reír. Estaba tan adelantado a su tiempo… Lo que hacía era una libre expresión del arte, pero aún así funcionaba al 100 por cien con la canción. Era asombroso. Desafortunadamente se fue demasiado pronto.

Tocasteis con los Who a finales de los sesenta en Detroit, en el Eastown Theatre. ¿Os respetaban como banda?

Les conocimos formalmente en el Rainbow de Londres, en 1971. Me presenté a mí mismo a Pete Townshend, que estaba sentado en una silla, en los bastidores del local. Y él me dio una patada suave en el tobillo y dijo: “Ya se quien coño eres”. Creo que nos respetaban, porque entonces los músicos se respetaban unos a otros. Supongo que el hecho de saber que has sido una influencia para otra banda, debe ser ya un motivo de respeto. Y desde luego, Keith Moon ejerció una gran influencia en mí, y evidentemente, Pete Townshend es uno de los mejores guitarristas rítmicos de la historia del Rock & Roll. Volviendo a lo que mencionabas del Eastown Theatre… El local era un antiguo cine, que había vivido su máximo apogeo en las décadas de los treinta y los cuarenta. Tenían una mastodóntica pantalla cinematográfica, como todas las que provenían de esa época, y los grupos invitados tenían que tocar delante de la pantalla, mientras que el grupo principal aguardaba detrás de ella. Por supuesto, nosotros abríamos para los Who, por lo cual estábamos delante. Pero siempre podías ver la sombra de lo que estaban haciendo detrás, y Keith Moon, que tenía la batería en una gran tarima, se subió a ella y tocó «Black Juju» nota por nota, que era nuestra última canción en el repertorio. Mucha gente pensó que se trataba de mi propio reflejo en la pantalla, pero era Keith tocando al unísono. Ojalá alguien hubiese grabado ese momento en vídeo. Por otro lado, Roger Daltrey hizo una gran versión de «No More Mr Nice Guy» para un álbum tributo. Por lo tanto, estoy seguro de que nos respetaban.

Fui a Detroit el pasado verano y visité algunos de los locales en los que habías actuado con Alice Cooper. Es alucinante que muchos de ellos sigan en pie, aún llevando sin funcionar veinte, treinta, y cuarenta años, en la mayoría de los casos.

Antiguamente el Eastown era un bello teatro; dudo que quede algo rescatable ahí dentro hoy en día. Detroit lleva cinco años sufriendo tiempos duros. Es muy triste ver esa ciudad ahora, porque antiguamente una de las ciudades más importantes del medio oeste. Era una meca culturalmente, y por otro lado, una de las ciudades industriales más importantes del país. Todo ello había fortalecido a la zona, y es de eso que hablo en la canción «2.000 Miles From Detroit», de mi nuevo Cd.  

Me gusta tu nuevo trabajo, aunque es muy diferente a su antecesor.

Sexual Savior era un disco mucho más oscuro, demente musicalmente. Este es mucho más rico, he intentado que los acordes sean en clave mayor, y que hubiese harmónicos. Pero en esencia, he intentado mantener el mismo espíritu líricamente. En el primero había tantas palabrotas que nadie podía pasarlo por la radio. Yo era parte importante en el hecho de que Alice Cooper fuese sucio. Todos teníamos un grado de suciedad en nuestra mente. Mañana voy a ver a Alice, que toca aquí en Bridgeport, y veré muchos elementos que provienen de la banda original, esos elementos retorcidos y maquiavélicos que nacieron de la personalidad de cada uno de nosotros. Es el testimonio de lo que hicimos décadas atrás, y me alegra de que todavía haya gente disfrutando de ello. La gente lo encuentra entretenido.

En la canción «Kiss My Rock» haces un enfoque de los que significó Alice Cooper, de su leyenda, de sus detractores.

Se suponía que esa canción iba a sonar como Jerry Lee Lewis tocando Heavy Metal. Pero de hecho, hay muchos elementos que influenciaron a la canción durante su gestión. Es una especie de discurso sobre lo que ha sucedido en el Rock & Roll Hall OF Fame, y sobre toda aquella gente que solía ser contraria al grupo. Habla de la gente que intentó prohibirnos como personas, los que censuraron nuestra música, los que hicieron que no pudiésemos tocar en ciertas ciudades… Creo que es una forma de seguir agrandando el fuego, de hacer entender lo que éramos y de qué íbamos. Lo único que digo es que todos estos años después, somos uno de los pocos grupos que están ahí. Hay siete billones de personas sobre la tierra y solo 605 personas en el R & R Hall Of Fame. El título de la canción va sobre eso, pueden besarnos nuestro culo de Rock & Roll. Lo único que queda al final es que empezamos todo un género musical, el Shock Rock, o como quieran llamarlo. Todos los demás en la banda suelen ser un poco más humildes, pero yo no, es una de mis perdiciones. Siempre siento que tengo que expresar mis sentimientos y tengo mucha confianza en lo que he hecho, por eso acabé poseyendo una batería de 22 piezas. Esa canción es una de esas cosas… Nunca sabes de donde llega la inspiración para la música o la letra, pero cuando empecé esta canción pensé: “Qué diablos”. Es una expresión muy común aquí, ‘Kick Ass’, ‘Kiss My Ass’. Yo lo cambié, que me besen mi culo de Rock & Roll. Yo lo haría, si pudiese físicamente. (Risas) Es un himno de Rock desagradable.

Si no me equivoco, «Evil Voodoo Moon» es la canción que derivó en «I’ll Bite Your Face Off», que es una de las tres canciones que has grabado junto a Michael Bruce y Dennis Dunaway para el nuevo trabajo de Alice Cooper en solitario.

Cuando Alice y Bob Ezrin decidieron trabajar con nosotros, esa fue una de las canciones que estaban en la demo que les mandé. Cada uno de nosotros (Mike, Dennis y yo) teníamos varias canciones, pero esa fue una en la que yo ya estaba trabajando. Ellos re escribieron esta canción y la transformaron en «I’ll Bite Your Face Off», que al final fue elegida como single; pero la madre de esa canción es «Evil Voodoo Moon».

¿Hay planes de ver a Killsmith de gira?

Estamos ensayando ahora mismo. Espero visitar algunos países con esta banda y disfrutar de ellos; me gustaría pasar un tiempo en España. Pero sí, estamos ensayando. Yo canto todas las canciones excepto una, y muy pronto habrá noticias sobre los nuevos conciertos en mi página web: www.nealsmithrocks.com

Nunca tocasteis en España con Alice Cooper, pero creo que sí vinisteis a pasar unos días.

Hicimos un cambio de vuelo en Madrid. Veníamos de Londres, dirección a las Islas Canarias, pero tan siquiera llegamos a salir del aeropuerto, desafortunadamente. Estudié español durante dos años en escuela secundaria, pero lo único que recuerdo es ‘cerveza’ (lo dice en castellano, NdA). Creo que para empezar está bien, es lo único que necesito.

Entrevisté a Alice recientemente y me comentó que tenía en mente reunir a la banda original para un nuevo álbum y una posible gira.

¿Se refería a que lo haría después de este show que está haciendo ahora?

Bueno, después del show que preparará para Welcome 2 My Nightmare el año que viene. Hablaba del 2013.

Es la primera noticia que tengo al respecto. Nos hemos visto muchas veces a lo largo de este año. Mucha gente quedó decepcionada por el hecho de que no hayamos hecho ningún show después de lo del Rock & Roll Hall Of Fame. En septiembre del año pasado hicimos las tres canciones que aparecieron en el último álbum de Alice, y al poco tiempo nos nominaron para el R&RHOF. Aprovechando esa ocasión hicimos un único concierto en el festival anual que dirige Alice en Arizona, el Christmas Pudding. Así que hicimos eso, luego tocamos en el Hall Of Fame, y en abril hicimos un par de cosas: una ceremonia de premios en Los Ángeles y un show sin público que se emitió en Londres; un evento patrocinado por Jagermeister, que se emitió holográficamente en cuatro dimensiones. En cada una de esas actuaciones la banda ha sonado mejor y mejor, ha ido creciendo. De hecho, el show que se emitió en Londres, y del cual he recibido una copia en video desde Australia, contiene algunas de las mejores versiones en directo que la banda nunca haya hecho. Pero tal y como esto iba hacia delante, Alice tuvo que empezar su propia gira, lo cual es genial para él. Aún y así hablamos sobre la posibilidad de hacer más shows y grabaciones. Mike, Dennis y yo siempre vamos a estar disponibles, pero todo depende de Alice y Shep Gordon, su manager. Cuando hicimos las nuevas canciones para W2MN fue fantástico; tener a Bob Ezrin de nuevo, dirigiendo a la banda, fue como volver a estar en casa. Una gran sensación. Cada vez que nos reunimos es como si el tiempo no hubiese pasado. Tienes que entender por todo lo que pasamos, todo lo que hicimos, de donde veníamos, a donde fuimos. Todos éramos muy creativos, por esa razón compartíamos todas las ideas, y por eso estábamos siempre juntos. Pasamos de no tener absolutamente nada de dinero, a tener dos Rolls Royce cada uno de nosotros. Éramos cinco tipos que íbamos a por todas, con un manager que escuchaba nuestras ideas, y Bob Ezrin, que siempre puso orden a ellas. Formábamos una gran combinación, una buena formula. Amo a todos estos tipos y siempre estaré dispuesto a hacer lo que sea por ellos.

Sobre las nuevas grabaciones en el disco de Alice… Se lo dije también a él, hay magia en lo que hacéis cuando tocáis en la misma habitación.

Se lo digo a todo el mundo. Billion Dollar Babies no llegó a número 1 por accidente. Habíamos trabajado más duro que ninguna otra banda en este negocio. Y lo que oyes o lo que ves es lo que hay, no había nadie cubriéndonos las espaldas. Mira, he oído decir a Alice que esta banda con la que gira es la mejor que nunca haya tocado a su lado. Y a lo mejor es verdad, pero siempre que hablemos de sus bandas en solitario. Es como si Mick Jagger sale a la carretera con algunos músicos de sesión, y alguien dice que esa es la mejor banda que ha tenido Mick respaldándole. Cosa que no sería cierta porque la mejor banda que ha tenido nunca Jagger son los Rolling Stones originales. Tienes que medir mucho tus palabras cuando hablas, porque yo sé lo que era estar en la primera banda, y sé lo mucho que tuvimos que trabajar para lograr esa química, esa magia de la que tú hablas. Yo tengo mi propia banda, y toco con otros músicos, pero yo soy la energía, el que dirige; grabo todas las guitarras rítmicas, canto, y toco la baterías. Funciona. Pero hay algo que compartimos Dennis, Mike, Alice y yo, y eso es irremplazable. Mucha gente opina que las canciones que hemos grabado en W2MN son lo mejor del álbum. No voy a decir nada en contra de las otras canciones, pero hay quién opina que el álbum funciona por esas tres canciones. He escuchado un par de veces el álbum y creo que es genial, pero ahora estoy en medio de la grabación de un video para mi canción «Squeeze Like A Python», que va a ser caliente y sexy, y en eso canalizo toda mi atención. Al margen de eso, la banda que más oigo es Rammstein. Vienen a tocar a América en la primavera, y tengo que intentar verles en concierto. Si soy afortunado me gustaría conocerles; o si ellos son afortunados… (Risas)

Volviendo a Welcome 2 My Nightmare. ¿Fue extraño estar en el estudio con la banda original, sin la presencia de Glen Buxton?

Tienes que recordar que en los dos últimos trabajos que hicimos, Glen no participó demasiado. Hizo muy poco en Billion Dollar Babies y tan siquiera se asomó por el estudio para Muscle Of Love. En esos álbumes básicamente estuvimos Mike, Dennis y yo grabando las canciones, y luego Alice vino y grabó sus partes. Pero principalmente nosotros fuimos el alma y el corazón de esas grabaciones. Glen hizo un enorme trabajo en School’s Out, aportando ideas, dirigiendo el trabajo, y por ese motivo siempre digo que School’s Out es el trabajo de Glen. Hizo un trabajo brillante y puso su estampa y su estrella en él. Pero después de eso, hicimos una transición como banda, al menos en el estudio, y él se quedó en el camino. El directo es algo totalmente diferente; es muy extraño no verle ahí cuando tocamos. Pero el pasado es el pasado. Ni siquiera la música que hace Alice hoy en día es de mi gusto. Todos hemos crecido y cada uno ha desarrollado su visión hacia otro lado. Me encantaría hacer un nuevo álbum con Alice Cooper, pero mi cabeza está en Killsmith, que es muy diferente, mucho más orientado hacia el Rock industrial. De todos modos, si tengo la oportunidad de volver con los chicos y Bob Ezrin, ahí estaré; esa es mi familia. Y haría lo que fuese por ayudarles y por estar junto a ellos; sería un verdadero placer hacer lo que fuese.

Tu carrera musical parece que se ha reactivado desde hace unos años. Sin embargo, hiciste muy poco en las décadas de los ochenta y noventa.

He estado trabajando en mi inmobiliaria, aquí en Connecticut, y todavía lo hago. Pero cuando Glen murió, me di cuenta de que no estamos aquí eternamente. Me dije a mí mismo que debía trabajar en la música y hacer cosas relacionadas con ella mientras me fuese posible, mientras siguiese siendo creativo, tuviese energía, y mi mente estuviese funcionando a un buen nivel. Tenía que tomar ventaja a ello; sabía que no iba a volver a vender millones de discos, pero debía mantenerme en forma. Cuando la banda tocó en el Hall Of Fame me alegré de ver lo bien que podíamos tocar todavía, y eso vuelve a lo que te dijo Alice: creo que un disco con Bob Ezrin sería estupendo. Pero todo esto viene porque cuando… Vamos a ver, en los ochenta hice algún disco con Buck Dharma, con Plasmatics, y formamos Deadringer. En los noventa fue cuando, básicamente, no hice nada. Mi padre murió en el 93. Mi madre en el 95, y Glen, que era como un hermano para mí, falleció en el 97. Fue entonces cuando me di cuenta de que no iba a estar en este planeta eternamente. Estoy aquí ahora y tengo que aprovechar este don que Dios me ha dado, así que tengo que aprovecharlo.

¿Qué te parece en la actualidad el disco que hicisteis con Deadringer?

Es un disco con un sentimiento muy ochentero, pero todavía lo escucho a menudo. Ese sonido era muy popular entonces, pero creo que las canciones están por encima de eso. Está totalmente descatalogado; ocasionalmente tengo copias a la venta en mi web, pero no se encuentra fácilmente. Creo que es un gran disco. Nunca tuvo una gran promoción porque el sello discográfico se fue al garete en cuanto lo grabamos, y ese es un gran problema. Pero fue una gran forma de mantenerse fresco y de volver al estudio de grabación.

Este año ha aparecido la caja Old School, dedicada en su integridad al Alice Cooper Group. ¿Estás contento con el resultado final?

Creo que cualquier oportunidad que tengan los fans de ampliar su colección es genial, porque durante mucho tiempo lo único que podían adquirir eran grabaciones piratas con un sonido pésimo. Creo que es un gran pack y todos hemos participado en la confección. Soy muy feliz con Killsmith, porque yo soy el que controla todos los movimientos: desde las canciones hasta los arreglos, el artwork del Cd, la distribución, etc. Con Alice Cooper es diferente, es la decisión de toda una banda. Creo que estoy de acuerdo en más del 90 por ciento del material de la caja, pero no podíamos controlarlo absolutamente todo. Es lo que es, y si los fans son felices con ello, creo que es de eso de lo que se trata.

El precio del cofre era absolutamente desorbitado.

Mucha gente opina del mismo modo. Pero desafortunadamente, yo no tengo control sobre ello.

Lo mejor del producto, en mi opinión, es el directo de la gira de Killer. ¿Por qué nunca editasteis un álbum en directo mientras la banda estuvo en activo?

Es cierto, incluso ese álbum, el de la caja, no creo que sea un disco en directo propiamente dicho. El único concierto que se registró con la intención de ser editado, fue la banda sonora de Good To See You Again, Alice Cooper. Eso fue todo. Nunca grabamos discos en directo; hay grabaciones hechas desde la mesa de mezclas, pero están repartidas en dos pistas. Yo tengo una copia del show en el Madison Square Garden hecha a dos pistas, lo cual es alucinante. Bob Ezrin mezcló ese show y cogió una canción para la caja. Pero desafortunadamente la banda no grabó en directo.

Hay grabaciones ilegales circulando que tienen muy buena calidad.

Es algo que desconozco, supongo que había grabadoras de multipistas en algunos conciertos; de hecho habíamos escuchado grabaciones de esos conciertos al finalizar los mismos. Pero creo que la mayoría de grabaciones pertenecen a la audiencia, tipos que traían sus propias grabadoras y con las grabaciones se iban a un estudio a mezclarla.

Cambiando de tema. ¿Quién tuvo la idea de introducir a Kachina, tu serpiente, en el show? Alice dice que fue su idea, pero no parece tener credibilidad.

Alice siempre dice que fueron sus ideas, pero el resto sabemos que no era así. Nadie sabe a ciencia cierta de quién eran las ideas originales. El grupo era una democracia, y Kachina era mi mascota. Empezamos a utilizarla en «Is It My Body», que es una canción que apreció en Love It To Death, así que… Ya teníamos un montón de cosas, la silla eléctrica, la espada; todas las canciones eran representadas. Yo era, y soy muy fan, de la música de striptease, por eso hay una canción llamada «Strip Down» en mi nuevo Cd. «Is It My Body» tiene también ese tipo de ritmo capaz de hipnotizarte. Yo viajaba desde hacía un tiempo con mi serpiente, aunque compartía habitación con Alice y Glen. Supongo que en algún momento, alguno de nosotros tuvo la idea. No puedo dar o quitar credibilidad a alguien, porque no recuerdo el momento exacto en que se hizo esa sugerencia. Lo único cierto en esta historia es que era mi serpiente, y todos pensamos que quedaría guay introduciéndola en esa canción. Pudo habérseme ocurrido a mí, pudo ser Alice… Qué importa quien fuese, sucedió hace más de cuarenta años. Así que no estoy seguro de quien lo decidió, pero seguro que tuvieron que pedirme permiso, y fue genial, porque ella era una serpiente muy dócil, muy amigable. Ella podía estar en el escenario, no le importaba la música, ni el juego de luces. Era tranquila. Pero de nuevo, como le digo a todo el mundo, pasábamos las noches enteras juntos, en la misma habitación, compartiendo ideas, y estas volaban por el aire todo el tiempo. Hay cosas que pueden ser específicas, pero yo no lo recuerdo específicamente. Lo único que tengo claro es lo que concierne a la batería, eso lo tengo muy claro. Pero sobre cosas más generales… Sé que Dennis tuvo la idea de la silla eléctrica para ejecutar a Alice, pero todo el mundo contribuía a las ideas. Era un esfuerzo de grupo al 100 por cien. Lo único que importa es que muchas de las cosas que hicimos nadie las había hecho antes. Y tener una serpiente en el escenario es una de ellas. Es algo icónico. Hace poco elaboraron una lista de los diez mejores momentos teatrales en el Rock, y Kachina estaba en el numero uno.

¿Qué le sucedió a Kachina?

Alice y yo compartíamos una suite, en un Hyatt totalmente nuevo que estaba en Knoxville (Tennessee). La habitación de las mascotas estaba en el ático, en lo más alto del edificio; era como una especie de apartamento, con un ángulo de 45 grados. Era un edificio muy alto, nuestra suite era enorme, así que dejamos que Kachina pasease a sus anchas. Siempre intentaba esconderse, pero era fácil encontrarla. Podía estar detrás de un muro, o donde sea; pero esa vez no pudimos encontrarla. Pensé en todos los sitios posibles en los que podía haberse escondido, pero no hubo forma de encontrarla, y teníamos que abandonar el hotel. Así que hablé con el manager del hotel y le di mí número de teléfono privado, para localizarme en Greenwich, Connecticut. Le dije: “Por favor, llámenme cuando encuentren a mí serpiente y volveré a recogerla lo antes posible”. Creo que estábamos en medio de la gira de Billion Dollar Babies… O School’s Out. No lo recuerdo exactamente. No importa; sé que estábamos viviendo en Connecticut, y era verano. Dos meses después de verla por última vez, recibí una llamada del Hyatt… Charlie Pride, el cantante negro de música Country, que era muy famoso en América en esos días, se hospedó en la suite donde Alice y yo habíamos perdido a Kachina. Era una suite realmente enorme, con radio control privado, que estaba instalado en una pizarra, y detrás de la pizarra solo había un hueco. Él notó un olor horrible saliendo de ese hueco, y cuando abrieron la pizarra se encontraron a Kachina muerta. Me llamaron de seguida y sabía, que de algún modo iban a ser malas noticias. Fue un día muy triste para mí. Kachina se había enrollado con los cables y el circuito de la radio, pero era tan grande que quedó atrapada.

¿Has tenido otras serpientes después de Kachina?

Sí, hasta hace cuatro años he tenido serpientes. Tuve otra boa constrictor por quince años, pero me mudé de la casa de mi familia a un hermoso complejo residencial con campos de golf, y ahí tienen algunas restricciones. Una de ellas prohíbe la entrada de mascotas exóticas, por lo que tuve que donarla a un centro especializado en serpientes. Es uno de los pocos lugares en los que adoptan y rescatan serpientes. La gerente del centro es una buena chica que enseña a la gente a cuidar de sus serpientes, y sobre todo, hace entender a la gente que tener una serpiente puede ser guay, pero tienen que saber que una serpiente puede durar treinta, cuarenta, cincuenta o sesenta años. Tienen que saber que no es una mascota para diez o quince años. Las serpientes viven muchos años, en algunos casos más que los propietarios. Ella hace concienciar a la gente y posee una especie de escuela sobre el tema. Es algo fantástico.

¿Sabes que ha sido de Charlie Carnel y Dick Christian? (El primero fue el ingeniero de luces de la banda, y el segundo fue representante del grupo hasta la aparición de Shep Gordon y Joe Greenberg, NdA).

Vi a Dick cuando hicimos en Los Ángeles el show para Jagermeister, y también cuando actuamos en la ceremonia de los premios de la revista Revolver, los Golden God Adwards. Dick está genial, es como si nunca hubiese cambiado. Pero no tengo ni idea de donde anda Charlie. En cierto modo me preocupa, porque hemos intentado contactar con él a través de otra gente, pero nadie tiene ni idea de donde está. Por lo que poco que puedo saber, la última vez que alguien me comentó algo de Charlie, él estaba involucrado en algo de electrónica. Pero realmente no sé en que punto del mapa se encuentra. Hace años vivía en Colorado, alejado de todo el mundo, pero luego se mudó a alguna otra parte, y desde entonces no he escuchado nada sobre él. Todavía hablo con gente que conocimos a finales de los sesenta en L.A., cuando la banda se mudó allí, pero no tengo ni idea de Charlie.

¿Qué recuerdas de vuestras primeras visitas al continente europeo?

Me encantó Europa. Todos nosotros éramos un poco anticuarios. Y en cualquier país en el que nos encontrásemos, íbamos en busca de piezas antiguas, y a ver los edificios más antiguos de las ciudades. Recuerdo ir a tiendas de antigüedades en Francia, Alemania, el Reino Unido… En América, con suerte, puedes encontrar algo que tenga 100 años de antigüedad, y es asombroso poder encontrarlo. Si logras encontrar algo con 150 años de antigüedad, eso ya es casi increíble, porque nos remontamos al inicio de nuestra creación como país moderno. Pero cuando fuimos a Europa encontramos cosas que tenían cuatrocientos y quinientos años de historia, y nos alucinaba encontrar ese tipo de cosas. Y no solo hablo de objetos, si no de algunos lugares, calles, edificios. Por otro lado, cuando nos dirigíamos a Europa, sabíamos que íbamos a tener una audiencia mucho más refinada, un poco más tranquila, dispuesta a observar la actuación sin dejarse entusiasmar. Nosotros veníamos a implantar la dictadura Alice Cooper, veníamos a conquistar Europa. Yo tenía un mapa del continente y había señalado todos los lugares en los que teníamos que tocar. En mi mente estábamos invadiendo cada uno de esos países con la música y el show de Alice Cooper. Cuando nos informaron de que nadie se levantaría de sus asientos durante el concierto… Nosotros solíamos tener un truco, muy teatral, al principio de aparecer Love It To Death, ya que la gente todavía no se volvía loca con lo que hacíamos; poníamos un puñado de dólares atravesados en la espada de Alice y él los agitaba hasta que caían en las primeras filas, y la gente venía corriendo a recogerlos. Dejamos de hacerlo después de un tiempo. Para cuando apareció el álbum Killer ya habíamos dejado atrás ese truco en los Estados Unidos. Pero al llegar a Europa volvimos a ponerlo en práctica. Creo que era durante el interludio instrumental que había entre «Killer» y «Under My Wheels», aunque puede que hiciésemos la versión instrumental de «School’s Out», que todavía se estaba gestando. De cualquier modo, la gente corría y se volvía loca y eso hizo que los críticos dijesen: “¿Qué sucede con esta banda? El público nunca reacciona de este modo con ninguna otra banda. La gente arrasa el escenario como si se tratase de los Beatles”. Bueno, supongo que nosotros les pagábamos para que hiciesen eso. (Risas) Pero funcionó. Alice decía: “Todos de pié”, y la gente se volvía loca. Ese truco lo ha seguido haciendo hasta el día de hoy, pero todo empezó entonces. Nosotros sabíamos que podíamos hacerlo, sabíamos que íbamos a conquistar Europa. A todos los que no creyeron en nosotros, a todos los del Rock & Roll Hall OF Fame, solo puedo decirles que besen mi culo de Rock & Roll. A todos aquellos que creyeron que no podríamos invadir Europa… Bueno, lo hicimos.

Dicen que el Punk llegó a Inglaterra en 1973 de la mano de los Stooges y los New York Dolls, pero sin duda alguna vuestra llegada anterior a esa fecha caló mucho más hondo en la sique británica.

Éramos un gang y esa actitud puede verse reflejada en «School’s Out». Por eso entramos tan fuerte en Europa. Los Stooges nunca tuvieron algo como «School’s Out .

Durante toda la época de Alice Cooper, vivisteis juntos bajo el mismo techo, formando camaradería y hermandad. Pero una vez llegasteis a la fama, ¿por qué decidisteis trasladaros a aquella enorme mansión en Connecticut en lugar de formar cada uno su propio hogar?

Porque siempre nos llevamos bien. Vivíamos juntos y lo pasábamos en grande. Yo, de hecho, viví con ellos en L.A. antes de formar parte de la banda; eso fue en el otoño de 1967, y poco después me pidieron que me uniese a la banda. A partir de entonces, cada vez que volvíamos a Phoenix yo me iba a vivir a casa de Alice o de Dennis, porque mi madre se había mudado a Texas. Me sentía muy cercano a ellos y a sus familias. Entonces, con la banda, empezamos a vivir en la misma casa: primero en Arizona, después en Hollywood, luego en la granja de Pontiac (Michigan)… Cuando conseguimos el éxito con Love It To Death y Killer, nos vimos mudándonos a Greenwich, Connecticut. En aquél entonces, Shep Gordon y Joe Greenberg tenían sus oficinas en New York, y nosotros queríamos estar cerca de ellos. Estuvimos pensando en trasladarnos al área norte de New York, en Westchester, a una media hora del centro de Manhattan. Pero en el momento, estamos hablando de principios de 1972, y estábamos a punto de empezar la grabación de School’s Out, nuestro contable nos recomendó Connecticut, porque estaríamos libres de impuestos. Así que nos fuimos a Greenwich, que está prácticamente en la frontera de New York y encontramos nuestro hogar. Hasta entonces, y ahora hablo de las giras, Glen, Alice y yo siempre habíamos compartido la habitación. Hacia el final Glen empezó a compartir habitación con Mike, y yo seguí haciéndolo con Alice. Eso fue así hasta la gira de Billion Dollar Babies; fue a partir de esa gira que empezamos a tener nuestras propias habitaciones. Pero éramos muy compatibles los unos con los otros. Siempre estábamos compartiendo, escribiendo canciones, hablando, divirtiéndonos… Era así las veinticuatro horas del día, los siete días de la semana. Al vivir juntos, lo que más hacíamos era escribir y ensayar, así era siempre. Y si no, estábamos en la carretera ofreciendo espectáculos. Quizás nos largábamos un par de días antes a la ciudad donde debíamos dar comienzo a las giras, y esas eran nuestras vacaciones. Éramos muy compatibles, pero fue nuestro contable el que nos puso allí.

¿Qué sucedió con la mansión?
Vivimos allí hasta 1974. Justo antes de ir a Sur América en la gira de Muscle Of Love, todos teníamos nuestro propio hogar. Glen compró una casa, Mike alquiló otra, Dennis y yo alquilamos otra al lado del océano, y Alice se mudó al centro de la ciudad. Tenía un apartamento en New York City. Yo, de hecho, también tuve un apartamento en la ciudad, pero pertenecía a mi ex mujer. Nos iba muy bien tenerlo, para pasar un par de días a la semana y no tener que estar buscando un hotel. Ella era modelo y trabajaba en la ciudad, pero yo solo buscaba un lugar en que dormir porque mi vida no estaba ahí. Creo que separar a la banda, buscarnos otros hogares, no fue una gran idea, pero obviamente así es la progresión natural de la vida. Así que abandonamos la casa, y en el verano de 1974 se quemó hasta quedar en cenizas. Afortunadamente ya no estábamos ahí, pero mucha gente creía que aún estábamos en la mansión y se corrió el rumor de que nosotros le habíamos prendido fuego. Son todo sandeces, porque hacía casi medio año que habíamos abandonado la casa. Posiblemente ni siquiera estábamos en esa ciudad cuando ocurrió. Pero fue una tragedia, porque era una construcción española de 1929, muy grande, con tres plantas de altura; una de las casas más grandes que haya visto en mi vida. Hubiese estado bien que nosotros la hubiésemos quemado; pero no es cierto.

Los rumores sobre Alice Cooper siempre han sido legendarios.

Algunos son ciertos, otros no lo son.

Hablando de rumores, hay algo que dijo el baterista Allen Schwartzberg…

Ya se lo que vas a decir, pero sigue adelante.

Algo así como que él tocó en Muscle Of Love.

Había una canción que realmente no me gustaba en ese álbum. Y era «Crazy Little Child». Aunque curiosamente luego escribí una canción parecida para mi álbum Platinum God, que se llamaba «French Quarter». Pero en aquél tiempo yo no estaba muy metido en aquella canción. Aparentemente el productor quería re hacer las baterías de esa canción, pero no fue hasta meses más tarde, cuando Muscle Of Love ya estaba en las tiendas, que me percaté de que ese otro batería había grabado mis partes. Me enfurecí como nunca por el hecho de escuchar a un desconocido haciendo mi trabajo, y nadie me lo había dicho hasta entonces porque sabían que me iba a cabrear mucho. Ningún jodido baterista iba a tocar mis canciones sin mi consentimiento. Pero lo habían mantenido en secreto y esa es una de las cosas que sucedieron en Muscle Of Love, lo que finalmente nos llegaría a afectar en el núcleo de la banda.

¿Te gusta el álbum?

Todavía pienso que la canción «Muscle Of Love» es una de las mejores canciones de Rock de todos los tiempos. La gira no fue tan larga como la de los discos anteriores, pero al mismo tiempo hicimos mucho más dinero. No creo que nada de esto tuviese que enfriar el concepto de la banda. Glen todavía podía ser genial, él llegó con el título para el álbum. Pero hubo muchos elementos negativos que ensombrecieron la edición y el recorrido del trabajo. Para empezar, el álbum venía en una caja de cartón, y no podías poner tantas copias en las cubetas de las tiendas como con los discos anteriores. Era una situación anormal. Si normalmente había cincuenta copias, ahora solo cabían cuarenta por su tamaño. Luego, cuando los dueños de las tiendas vieron la mancha de aceite en la portada, devolvieron las copias, porque pensaban que era un error de edición. Pero la mancha era parte del artwork. Eso fue una jodienda. No entendían que la banda era Alice Cooper, y cualquier cosa así estaba hecha con un propósito. Pero me gusta el álbum, creo que hay mucho material cool. Vendimos ochocientas mil copias del disco, y creo que cualquier otra banda hubiese estado más que contenta. Pero supongo que no era lo que se esperaba de nosotros en esos momentos. Easy Action y Pretties For You juntos, no vendieron más de doce mil copias. Nunca he pensado que fuese un fracaso ni nada por el estilo. El disco estuvo entre los diez discos más vendidos, estuvo en todas las listas. Creo que el gran error del disco fue lanzar «Teenage Lament’ 74» como primer single. Yo escribí la canción, pero no me volvía loco la idea.

Es diferente a todos los singles editados hasta ese momento, pero es una canción hermosa.

Mucha gente la ama. Pero era demasiado diferente a lo que la gente esperaba. Creo que «Hard Hearted Alice» era una canción mucho mejor. Otra decepción fue que «Man With The Golden Gun» no acabase en la película de James Bond con el mismo titulo. Me hubiese encantado formar parte de ello. Me imagino que alguien pensó que Alice Cooper no era la banda ideal para representar a James Bond, y en su lugar eligieron a Lulu, que era en plan: “Dios mío, que embarazoso”. Ella hubiese encajado mejor si la historia de la película hubiese cruzado a James Bond con Bugs Bunny.

SERGIO MARTOS

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