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The Left Banke (Segunda Parte)

Retomamos el artículo publicado sobre Left Banke en RUTA 287 a partir del segundo LP de la banda, también recientemente reeditado por Sundazed.

The Left Banke Too

El segundo LP de LB era una deuda con Capitol. Michael Brown, desde su aislamiento, rehusa editarlo, pero Fehrer y Finn lo llevan a cabo con los últimos singles y algún añadido. En portada sin embargo aparecen como trío, cuando Fehrer, además de compositor principal y ya también guitarrista, es uno de los 3 productores del disco, junto al mentado Paul Leka, causante del sonido a lo Bee Gees. El tercero es Artie Schroeck cuyos arreglos en «Dark is the bark» son calcados a los de su producción a Aretha Franklin en «Natural woman». Por deferencia a Brown incluyen «Desirée» y otra maravilla abigarrada de arreglos grabada con él antes de su marcha, «In the morning light». Porque, aunque hasta aquí haya podido parecer lo contrario, tengo muy claro que Brown era el puto amo.

 

Si el segundo de Left Banke fuera un disco aislado de pop de 1968 estaría altamente considerado, pero lo cierto es que está precedido por un primer disco muy difícil de superar. A su lado «Too» es más oscuro y menos inspirado, así como el punto y final de la banda, mayormente porque sus directos eran muy flojos. Los fans de Aerosmith deberán saber que un joven con apellido de rey godo (Steven Talarico, luego Steven Tyler) puso voces en los temas compuestos por Tom Finn.

Dejando muy alto el pedestal

En 1969 cuando nadie daba un duro por su reunión, Steve Martin y Michael Brown contactan para un nuevo single con dos nuevas muestras de pop de cámara tras las que es difícil adivinar a una banda deteriorada. Tanto «Myrah» como «Pedestal» son obras cumbres otra vez, inencontrables hasta que apareció el beneficioso CD «There’s gonna be a storm». Falta en cambio en este CD otro single reputado para buscadores que solo se localiza en compilaciones del sello Buddah en el que se editó. Está atribuido a Steve Martin pero lo grabaron los 3 sin Brown en 1971. Totalmente a la altura del resto del repertorio.

El mismo trio se vuelve a reunir en 1978. Por el medio Michael Brown ha dado lo mejor de si mismo con sus otras bandas, Montage, Stories y The Beckies. Intentan convencerle pero es víctima de desórdenes neurológicos y una terrible depresión. Graban todo un LP que lleva distinto título y portada en UK («Voices Calling» Bam Caruso) que en USA («Strangers on a train» Camerica). El disco, en su mayoría compuesto por Tim Finn, adolece de la típica desorientación de los pioneros tras el fenómeno punk. De hecho no hay que más que ver la horrible portada inglesa con una macizorra en jarras con fondo selvático. No obstante, y no es amor de fan, sin compararlo con los anteriores y adscribiéndolo más al soft pop setentero (tipo Stealers Wheel p.ej.), es un disco aprovechable con 3 o 4 melodías del que tuvo retuvo.

No podemos decir lo mismo porque no lo hemos oído ni tenemos intención, de la actual reunión de la banda. Finn y Cameron ejerciendo de vocalistas con chavalería y, en sustitución de Martin, un tal Mike Fornatale, especie de reparador de viejas glorias profesional, desde The Monks a Moby Grape.

¿QUE FUE DE ELLOS?

Michael Brown por fortuna no se convirtió en ratón de estudio de grabación, que es a lo que parecía destinado, aunque bien es cierto que ninguna de sus aventuras posteriores tocaran mucho en directo. 3 fueron las grandes bandas que montó al abandonar The Left Banke, las 3 merecedoras de artículo aparte: Montage (con Tom Fehrer, una perfecta continuación de Left Banke), Stories (los más famosos, su venganza personal contra el fracaso, aunque les abandonara) y Beckies, estos ya en 1976 y más precursores power-pop. Se trató siempre de gente más joven a la que pudo moldear sin los problemas que le suponía un cantante autodestructivo como dicen era Steve Martin y un batería vago como George Cameron. Después se casa con una de la Shangri-las, Mary Weiss, y se vuelve cada vez más misantrópico y reclusivo.

Tom Finn desde que se puso las pilas y se lanzó a componer para LB no ha parado, siendo el único miembro que realmente ha seguido ligado a la escena rock y el protagonista de las reuniones de la banda. Con el tiempo se convirtió en competente instrumentista y, como ayudante técnico, participó en cientos de grabaciones de soul (Superfly sin ir más lejos) y jazz. También ha ejercido de DJ de caché, en los 80 muy metido en el ambiente rockabilly americano. Ha pinchado también en la Casa Blanca invitado por Clinton y en la boda de McEnroe.

Tom Fehrer ha continuado como accidentado cantautor, llegando a componer unas 2000 canciones (¿!), hasta acabar ganándose el perrito caliente como profesor de música

Poco se supo de George Cameron hasta su participación en las reuniones de LB propuestas por Finn. Las bios dicen que fue homeless durante un tiempo.

Nuestro español universal, Steve Martin, también es un enigma. Solo se sabe que trabajó un tiempo de limpiador de alfombras.

 

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