SIDECAR, Barcelona
A uno se le acaban los adjetivos para valorar a los canadienses. Faltan loas, parabienes y elogios para enjuiciar un ramillete de discos maravillosos, hasta un asunto menor como la banda sonora del documental Tales Of The Rat Fink les sale bordado, y conciertos espectaculares. Tras pasar por el Turborock y hacer escala en Madrid se presentaban en la ciudad condal.
Un concierto de escasa duración, por tema de horarios de la sala según me comentaron, que no ensombreció en absoluto la buenísima reputación del combo. En esos setenta y cinco minutos dejaron en pañales a la mayoría de combos que nadan en las mismas aguas que ellos. Pericia instrumental, capacidad compositiva, cohesión como banda y prestancia escénica que les sirve para saltar hábilmente de radiantes instrumentales playeros a oníricos pasajes de western. Bordar dulces gemas de pop psicodélico de escasos tres minutos de duración y lanzarse, violín incluido, a los terrenos del country más tradicional con una coherencia y un sonido de guitarras, lírico pero tenso, cristalino y a la vez agresivo, que desarma cualquier perjuicio. ¿La mejor banda en directo del negocio? Pues posiblemente oigan. Como se suele decir, no se les ocurra perdérselos si pasan cerca de su hogar.
MANEL CELEIRO
