Rutas Inéditas

Smith Perkins Smith – Idem (Island LP, 1972)

RUTAS INÉDITAS

En esta sección encontrarás textos no publicados en Ruta 66. Críticas de discos o libros, de conciertos,  artículos o entrevistas atemporales que por un motivo u otro no transitaron por la Ruta 66. Ahora ruedan en estas Rutas Inéditas……..

De compras —de discos, sobra decir— en Londres. Donde ya no se encuentra buen material, dicen, donde ya no merece la pena ir a comprar. En una cubeta dedicada al rock USA 70s su portada me llama la atención, pero paso de largo. Afortunadamente el ojo avizor de Iñaki Orbezua, de Hanky Panky y Spring Records, aparentemente atento a la cubeta de al lado, me echa el alto: “Ojo con eso”.

Cómo gusta que te pongan a huevo una buena captura. No lo conocía, aunque luego, investigando, resultó que sí, que algún pequeño rastro de su existencia tenía en mi cabeza, un poso tan insignificante que me impidió su identificación una vez lo tuve enfrente. Apuntadlo bien, y que no se os escape si os lo encontráis por ahí. Es curioso este disco. Musicalmente toca varios palos, y sus canciones transcurren entre el soft-rock típico del sonido californiano de primeros setenta, el country-rock y algo del últimamente tan reivindicado country-soul.

Decía curioso porque no son los palos que acaba tocando los que a priori cabía esperar vistos los mimbres con los que cuenta. Es girar la portada y encontrar canela en rama en la contra. El disco está producido por David Hood (el padre de Patterson, hoy en Drive By Truckers), y en él interviene la mítica sección de viento de los Muscle Shoals Sound Studios, en concreto el propio Hood, Barry Beckett y Roger Hawkins. También el gran Eddie Hinton —por cierto, últimamente reivindicado con el mejor de los criterios por los Truckers: Ya era hora de que alguien tuviera a bien acordarse de él—, quien toca alguna guitarra y compone el tema que abre la cara B. Todo gente clásica del sonido soul sureño, genuinos pata negra, en un disco que sin embargo poco tiene que ver con lo negro, vamos, que más blanco no puede ser, encajando claramente en el agradable rock suave de la época. Lleno de melancolía y estupendas armonías, sin duda, preciosos arreglos —cuidado con temazos como «I Cry Mercy»… ¡que llegó a publicarse en single en España!— y ese pellizco que acaba convirtiendo en muy especiales a discos aparentemente superficiales. Contaba Miguel Ángel Villanueva en su blog que el final del grupo tuvo su miga. Estando el trío en Londres grabando su segundo Lp, Chris Blackwell, precisamente quien les fichara para Island Records tras descubrirles durante la grabación de este su primer disco, pidió a Wayne Perkins que añadiera algo de guitarra a la primera referencia propiamente europea de Bob Marley & The Wailers. En «Catch A Fire», efectivamente, y buscando una sonoridad más ad hoc al gusto occidental, está su guitarra. A partir de ahí, y debido a la hiperactividad provocada por los múltiples compromisos generados, los hermanos Smith terminaron regresando a Estados Unidos. El segundo disco y el grupo, que nació apenas un par de años antes en Birmigham, Alabama de la unión entre un acreditado guitarrista de sesión y dos hermanos que apuntaban maneras como compositores, quedaron en el camino.

 EDUARDO RANEDO.

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