Rock Sound, Barcelona
Hay ecuaciones que nunca fallan. Un club lleno y sudoroso, un público predispuesto y bien regado de cerveza y licores y una buena banda sobre las tablas. Así se ha hecho la historia de esta música que tanto amamos. Los astros se alinearon en la dirección correcta y permitieron que el retorno a la actividad de los de Ohio coincidiera con la celebración del tercer aniversario del local de Poble Nou.
Eric Oblander y los suyos, el añadido de una segunda guitarra les ha dado un plus extra de potencia y argamasa sonora, demostraron porque tantos les hemos echado de menos durante este tiempo. Blues termonuclear elevado al cubo por guitarras motosierra, lanzando chispas incandescentes de boogie y esquirlas de hard sureño, bien fijadas por una sección de ritmo maciza como pocas. Seleccionaron perfectamente el repertorio y no se dejaron en el tintero ni uno solo de sus mejores temas. «It Ain’t Easy», «Cherry Red», «Lollipop», «She Don’t Know» o una coreada «Mississippi King» fueron puntos álgidos de un recital impecable que finalizó con «Dead Language», esa orgiástica pieza contenida en Fat Black Pussy Cat en la que se transforman en unos Canned Heat setenteros puestos de ácido escalando montañas de psicodélia y blues. Grandes.
MANEL CELEIRO
