Keith Murray (guitarra y cantante) y Chris Cain (bajo), alma de We Are Scientists, me esperan en un céntrico hotel de la capital, a primera hora de la mañana, rodeados de un ambiente serio y calmo, un contexto para nada indicador de la frescura y el buen rollo que durante algo más de una hora contagiaron en hall del edificio madrileño.
Aún con el café caliente, comenzamos a charlar con estos músicos de Nueva York, que se conocieron en los Claremont Colleges de California, y que después de una década han logrado que su estilo propio (mezcla de indie, pop clásico, rock e incluso punk y psicodelia) trascienda hasta el punto de ser los reanimadores del conocido pop británico.
¿Por qué este álbum tiene un nombre propio, Barbara?
Precisamente para darle un nombre y no un título al disco, y mejor si es de mujer.
La realidad supera muchas veces la ficción y en el video The Great Scape (título que evoca sobremanera a un álbum de los británicos Blur), los tres sois uno, lo hacéis todo juntos, os levantáis juntos, coméis juntos… ¿Es real la unión de los miembros de la banda?
Chris Cain: Bueno, nuestro día a día sucede en Nueva York, de donde somos, aunque nos conocimos en California, en la Universidad hace diez años. Un día normal podemos pasar el 80% del tiempo juntos (risas).
¿Pensasteis alguna vez que ibais a llegar tan lejos, especialmente cuando comenzasteis a tocar juntos?
Chris: En la Universidad publicábamos algo del tipo fanzine o webzine que llegó a ser muy conocido entre los universitarios, pero nunca pensamos que fuéramos a llegar a ser famosos por la música. La verdad es que somos muy amigos y esto es una parte más de nuestra amistad.
Esa es la cuestión, la música sin pretensiones, ni ambiciones, la idea con la que empezasteis la banda. ¿Creéis que precisamente esta forma de entender la música ha sido vuestro secreto para triunfar en ella?
Chris: Bueno, este es el primer álbum en el que tenemos ambiciones. Barbara es lo primero que lanzamos con la sensación de que va a ser consumido, como si fuera un producto de consumo. En el sentido de que si el primer disco lo hubiéramos escrito con esta determinación, seguramente hubiera sido mucho mejor musicalmente. Es curioso cómo la ambición te empuja a hacer mejor música.
Quizás por este motivo vuestro nuevo disco está lleno de matices pop, psicodélicos, rock, incluso punk… ¿Cuáles son vuestras bandas de referencia?
Chris: Pavement, Modest Mouse, Grandaddy, Nirvana, Arctic Monkeys, Franz Ferdinand, Liars, TV on the Radio, Interpol, The Strokes…Todos tienen puntos en común pero son bandas muy diferentes. En realidad nuestras máximas influencias teóricas o filosóficas para este disco han sido Weezer y The Smasing Pumpkin, en la idea de hacer un disco de pop con múltiples elementos.
Keith Murray: En 2001 vivíamos en Los Angeles, justo el año en el que Weezer lanzó su álbum Green, diez canciones en 30 minutos. Quisimos hacer algo parecido, pero fallamos porque sólo llegamos a los 31 minutos. Queríamos hacer canciones breves pero muy redondas, algo muy intenso.
¿Cuál es el siguiente paso que queréis dar en vuestra carrera musical?
Chris: Esperamos ampliar nuestra audiencia en Europa con este disco, en España y Francia. Más o menos tenemos controlado el Benelux (risas), no esperamos hacer nada en Italia, aunque ya nos han comentado que deberíamos intentarlo.
Lo cierto es que vuestro sonido es muy europeo, tiene muchos matices que se aproximan más al pop británico que a las bandas de pop-rock estadounidenses. Mirad lo que ha pasado con , que ahora es el himno no oficial de la selección de fútbol británica (risas)
Keith: Sí, totalmente, es la música que nos gusta y nuestro teclista es europeo (risas).
¿En este sentido, os han comparado con algún grupo europeo?
Chris: Bueno, quizás con The Killers. No nos importa, siempre que no tenga nada que ver con el emo (risas). Es verdad que en Norteamérica nos han comparado con una serie sobre dos tipos que crean una banda de rock, pero obviamente, es una serie de humor y aunque nosotros lo tengamos, nuestras canciones no son graciosas en el fondo, nuestra música no es graciosa.
Hablando del directo, cuáles son vuestras expectativas cuando salís al escenario? Y ¿dónde os gustaría tocar?
Keith: En realidad lo que pretendemos es que la gente lo pase bien, que sientan que están en una fiesta continua. Eso es común entre EE.UU. y Europa, aunque nos ilusiona que haya un promotor que nos quiera llevar tocar a Hong Kong, Shangai, Singapur y Sudamérica.
Ruth García Núñez de Arenas