Dice Jesús Álvarez de Radio City, la selecta tienda de discos de Madrid, que Stoltz es carne de cañón de aquello de ‘’No pillé a este tío en su día…’’. Debo suscribir. Buen gusto, canciones, sonido y referentes. Lo tiene todo. Si pita el rollo lo-fi vintage va el tipo y lo borda. ¿Que se trata de desarrollar el sixties como si fuera música contemporánea? Dime alguien que lo haga mejor que él. ¿Que en un alarde de caprichosa coctelería queremos mezclar a la Velvet de Loaded con los Feelies y el Paisley Underground, añadiendo unas gotas de sixties punk? Vete a verle en directo y me cuentas.
En To Dreamers continúa su camino limitándose a hacer algún pequeño ajuste. Con las armonías vocales —una de sus exquisiteces— sigue en el mismo plan. Brillantemente planteadas las deja como inacabadas, quizá por la prisa para acometer lo siguiente. El ritmo general se ha acelerado. Hay menos piano y las guitarras crecen en volumen e intensidad. Pero todo en pequeñas dosis, no equivocarse. Cuando algo funciona, parece más inteligente tratar de mejorarlo que cuestionarlo. Los ecos de Davies, Clark, Brian Wilson y otros grandes nombres del pasado siguen presentes, pero —he aquí la clave— no determinan el resultado final. Con algunos ilustres de San Francisco a su vera (Prophet, Davenport…) y Pete Miller dándole la réplica en el canon freakbeat «Baby I Got News for You», Stoltz nos entrega otra colección de canciones como soles. Pegajosas, indiscutibles y ultra-pop. Basta escucharlas, creo improbable que no te enganchen.
Eduardo Ranedo
